No os lo voy a negar: el 2019 ha sido un mal año literario para mí. He escrito poco y he leído poco y pocas novelas me enganchaban o conseguía terminarlas. Pero dentro de lo que sí he leído, quiero recomendaros mis lecturas favoritas de este año.
Trilogía de La Tierra Fragmentada – N.K. Jemisin
En mi instagram hice una pequeña story-reseña de los dos primeros libros de esta saga ganadora de tres premios Hugo. En esas stories comentaba que, una vez leída esta trilogía, cómo iba yo ahora a sentarme a escribir algo decente, si ya no se puede llegar a este nivel. Es que N.K. Jemisin consigue algo asombroso con sus tres novelas y es presentarte una historia con unos personajes maravillosamente desarrollados y con una profundidad que refleja el cariño y el detalle con el que los ha escrito. El mundo de Jemisin, llamado la Quietud, se ve asolado cada cierto tiempo por una Estación, algo así como un cataclismo que rompe la tierra y provoca que los gases nocivos de la misma salgan y la conviertan en un lugar inhóspito.
En este universo, existe una raza de gente, llamada orogenes, que tiene la habilidad de controlar la energía de la tierra, pero que son temidos y odiados por el resto de personas y, por tanto, discriminados e incluso cazados y adiestrados. Bajo esta premisa, nos encontramos con tres narradoras orogenes que, lejos de ser mujeres perfectas y superheroínas, saben que su poder es grande, al igual que lo son el miedo a las Estaciones, el estigma por ser orogen y la responsabilidad de usar su habilidad con cautela para proteger a sus seres queridos.
No quiero contaros más de la trama, porque lo bonito de esta saga es ir descubriendo la historia y todos los giros argumentales que se van desgranando a medida que avanza la misma, además de la gran crítica social que se realiza a través de los orogenes y los problemas materno-filiales de la protagonista que hacen que cobre aún más autenticidad esta historia.
El inicio de la primavera – Penelope Fitzgerald
Si habéis leído mi entrada sobre libros que cambiaron mi vida, veréis que está La joven de la perla, de Tracy Chevalier. Esta novela no fue la primera novela histórica que leí, pero sí que la que me hizo de verdad admirar este género aunque lo lea poco. Chevalier consiguió trasladarme al Delft del s. XVIII y casi sentir que estaba allí de verdad. Pues bien, Penelope Fitzgerald ha vuelto a provocar esa misma sensación en mí, y hacía mucho que no conseguía ese viaje imaginativo a un lugar lejano y a un tiempo pasado. Con El inicio de la primavera comenzó también mi obsesión por Fitzgerald y aunque La flor azul y La librería me gustaron mucho, es El inicio de la primavera la que se ha logrado un hueco calentito en mi corazón.
Un día de marzo de 1913 en Moscú, Frank Reid, un impresor inglés, recibe una carta de su esposa Nelly en el que le dice que se marcha con los hijos de vuelta a Inglaterra. Días después, recibe una llamada que le informa de que sus hijos están en la estación de tren. Frank tiene ahora que rehacer su vida sin su mujer, pero con la esperanza de su regreso, con la presencia de Lisa, una niñera que aparece en su vida tras la desaparición de Nelly, y con el convulso ambiente que hay en Moscú en ese año y que le acaba afectando a lo largo de la historia.
En esta novela puedo destacar muchos aspectos: la fluidez con la que Fitzgerald narra, una gracilidad que combina con humor y hace que las páginas pasen con una ligereza asombrosa; los personajes carismáticos y con un aura especial que llenan la novela; y, sobre todo, la ciudad de Moscú, que gracias a la bella y detallada ambientación de Fitzgerald, parece un personaje más que nos permite conocer a través de sus palabras.
Quizá lo que más me ha fascinado de esta novela sea ese aire de misterio, cuasi-realismo mágico que aceptas como si nada aunque sea algo extraño, pero es que, ¿cómo no aceptarlo si Penelope lo plantea de esa forma tan natural y genuina?
Haz memoria – Gema Nieto
Tuve la suerte de conocer a Gema Nieto en la Librería Berkana durante el Día del Libro LGBT, donde coincidimos en la mesa de firmas. Allí me hice con su libro y no tardé en leerlo. Una puede pensar cuando lee una novela ambientada en la Guerra Civil Española que va a ser bastante parecida a las demás, pero Haz memoria destaca por que cada palabra está medida, cada oración es poesía que se nos mete en el corazón para romperlo.
La historia comienza con la visita de una mujer a la casa de su abuela en la que vivió cuando era pequeña tras la muerte de su madre. Allí va rememorando su época en esa casa y los recuerdos de sus tías, que ahora viven en una residencia, van hilando la trama hasta el final. Con ciertos toques lorquianos, nos adentramos en la vida de la Rusa, el Zar, su hijo y sus tres hijas, las cuales se convierten en las protagonistas de esta novela generacional que nos recuerda que la guerra le arrebató la vida y la libertad a tantas personas y sumió en el olvido a muchas otras. Cada recuerdo va desgarrando una parte de ti, pues, aunque esté ambientado en la Guerra Civil, sus ecos son tan contemporáneos que resuenan con nuestras vivencias de hoy en día, y es que el sufrimiento humano y la necesidad de recordar nuestros errores es común a todas las épocas y eso es algo que Gema Nieto consigue transmitir con esta preciosa novela.
Middlesex – Jeffrey Eugenides
Bueno. Hemos llegado a Middlesex. Aquí tengo que hacer un parón mental. Aquí tengo que tomar aire para poner en orden todo lo que me gustaría decir de esta novela. ¿Por qué? Pues porque no es solo mi novela favorita que he leído este 2019, sino que es mi novela favorita de la década y de mis casi treinta años. Sí, creo que ha desbancado a La insoportable levedad del ser, de Kundera (o, por lo menos, comparten podio), que hasta ahora era mi novela favorita. Yo creo que se merece un aplauso, ¿no?
En Middlesex seguimos la vida de Cal, un hombre intersex que comienza a narrar su vida de una forma peculiar: siguiendo la trayectoria del gen de la 5-alfa-reductasa tipo 2 en sus antepasados desde principios del s. XX. La historia nos lleva entonces a una familia griega que vive en Bursa, una pequeña ciudad en la que los matrimonios entre primos y miembros de la familia están secretamente aceptados por sus habitantes. Es así como Lefty y Desdémona, hermanos huérfanos, acaban enamorándose y huyendo de Bursa durante la Guerra greco-turca. Su exilio les lleva a Estados Unidos, donde su prima Lina les espera y les ayuda a asentarse. Las relaciones amorosas intrafamiliares continúan hasta el nacimiento de Calíope, nuestra protagonista. No quiero contaros más, pues aunque se puede resumir todos estos líos familiares, lo mágico de este libro es acompañar a esta familia desde la década de los 20 hasta la actualidad (en la cronología del libro, ya llegamos a los 2000).
No solo esto resulta mágico, y aquí ya voy a empezar a fangirlear, sino que todo en esta novela lo es. Los personajes, cada uno con su carisma, con sus miedos, sus ambiciones, la forma que Cal tiene de describirlos y narrar sus tramas, etc. ¡Desdémona, por favor! Diosa de la vida. Para mí está a la altura (y la supera) a Úrsula Iguarán (Cien años de soledad); de hecho, podría considerarse la versión americana y contemporánea de la misma. A Lefty y Milton les coges un cariño tal que te duele todo lo malo que les pasa y hasta se les puede considerar tus propios abuelo y padre. Calíope y cómo va descubriendo los secretos de la vida y del amor. El Oscuro Objeto, el sobrenombre tan peculiar y acertado de la amiga de Calíope, la cual nos recuerda que todas hemos tenido en algún momento nuestro propio oscuro objeto de deseo. Y no me olvido de los pasajes en los que Calíope empieza a descubrir su propio secreto. Una puñalada duele menos.
No hay una sola página que no sea maravillosa (y son unas 544), no hay una sola página que no te sorprenda por su forma de narrar, por sus originales recursos a la hora de contar la historia de esta familia y avanzar en el tiempo, por la sutileza de ciertas escenas en las que se suavizan algunos hechos más crudos, pero que te graban una imagen mental que es incluso más efectiva que hacerlo de manera explícita.
De verdad, poca justicia puedo hacer con estas palabras y si algo tengo que agradecer en este año tan poco fructífero literariamente hablando es haber leído Middlesex.
Hasta aquí mi wrap up de 2019. ¿Habéis leído alguna de estas novelas? ¿Qué os han parecido? ¿Cuáles han sido vuestras mejores lecturas de este año? Dejadme vuestros comentarios aquí abajo.
Feliz Navidad y que la literatura os acompañe.