Killing Eve

¿Peca ‘Killing Eve’ de queerbaiting?

Este pasado lunes se estrenó por fin la tercera temporada de Killing Eve, la serie de la BBC America que tan enganchadas nos tiene y gracias a la cual hemos conocido a la fantástica Villanelle (entre otros personajes igual de fantásticos, pero es que la asesina es nuestra gran debilidad). Y vaya cómo ha vuelto.

A pesar de la popularidad de la serie y de las buenas críticas, no es la primera vez que leo en la misma frase las palabras ‘Killing Eve’ y ‘queerbaiting’ y tengo que reconocer que me chirría un poco. Por una parte entiendo de dónde puede venir la afirmación, pero por otra, me parece una acusación injusta.

 

A partir de aquí, esto estará lleno de SPOILERS de las dos primeras temporadas

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Bien, para explicarme, empezaremos por repasar lo que se conoce comúnmente como queerbaiting. Se trata de la práctica en ficción de insinuar una relación homosexual entre dos personajes que, finalmente, nunca se ve culminada y cuya finalidad no es otra que atraer a la audiencia LGBT+, pero sin perjudicar la heteronormatividad de los personajes. En ocasiones se trata hasta con tono jocoso y como algo que ‘obviamente, no va a pasar’.

Tenemos, por desgracia, muchos ejemplos: la tensión nunca resuelta entre Sherlock y Watson en la versión moderna de Sherlock, en la cual también hacen un guiño cómico a Sherlock y Moriarty; la estrecha relación entre Merlín y Arthur en la serie Merlin, cuyos actores también comentaron en su momento; los bonitos arcos enemies to lovers que podrían haber sido las historias de Quinn Fabray y Rachel Berry en Glee o Regina Mills y Emma Swan en Once Upon a Time; o la gran relación que podría ser la de Kara Danvers y Lena Luthor en Supergirl.

Todas estas series han usado estos ships en sus promociones para mantener a su audiencia LGBT+ bien cerquita mientras metían con calzador relaciones heterosexuales con otros personajes que se sacaban de la manga.

Ahora bien, hablemos de Killing Eve.

En la serie creada por Phoebe Waller-Bridge desde el primer capítulo sabemos que Villanelle es bisexual, en ningún momento se insinúa cobardemente; la vemos en la cama con un chico y una chica en su segunda aparición en pantalla y a lo largo de la serie queda más que claro que el armario solo lo usa para guardar sus fantásticos modelos y sus armas. En cuanto a Eve, sabemos que está casada con Niko y que, debido a la misión que tiene de atrapar a Villanelle, empieza a desarrollar una obsesión con la asesina que empieza a confundirse, o quizá a convertirse en algo más.

La primera vez que leí que la serie hacía queerbaiting fue cuando en una entrevista tras el final de la primera temporada, Sandra Oh negó la posibilidad de que las dos protagonistas tuvieran una relación amorosa. Otro de los argumentos es esta entrevista en la que hablan sobre teorías para la segunda temporada. Una de esas teorías es que ambas unirán fuerzas para vencer a un enemigo común y huirán y vivirán felices comiendo perdices:

Ambas comentan que les gusta la idea de que ambas trabajen juntas contra un mal mayor, pero que no creen que ‘vivir felices y comer perdices’ sea compatible con ellas, sobre todo lo de ‘vivir’, como apunta Sandra.

En este vídeo, Jodie Comer explica que hasta el último momento Waller-Bridge estuvo reescribiendo la escena final para ver lo cerca que iban a estar las dos protagonistas y si esa cercanía resultaba adecuada para ese momento de la serie, pues mucha gente quería que se besaran.

Todas estas declaraciones hicieron que muchas fans se echaran encima y, como ya he dicho, las acusaran de queerbaiting.

Pero vamos a ver. VAMOS A VER.

killing eve

¡Por supuesto que no sería correcto ni verosímil que se liaran en ese momento! ¿Es que se nos olvida que Villanelle ha hecho que Eve perdiera dos trabajos, le provocó todo ese estrés y, por si fuera poco, mató a su amigo y compañero a puñaladas? ¿De verdad podríais besar en paz a una persona que os ha hecho todo eso? Y creedme, Villanelle me parece uno de los mejores personajes y una de las mejores villanas que hay en televisión. El carisma de esta asesina es lo que nos ha enamorado a pesar de sus rasgos sociópatas.

Pero no podemos dejar de lado la verosimilitud y credibilidad de la trama ni el arco de los personajes solo porque nos guste el ship. En la segunda temporada es donde vemos que Eve empieza una transformación sutil y paulatina y su obsesión por las mujeres asesinas y los retos laborales de un principio empieza a virar hacia una preocupación genuina por Villanelle. Es en esta temporada en la que vemos cómo arriesga no solo la misión sino su propia seguridad para salvarla. Tampoco podemos olvidar que hasta llega a matar por primera vez a alguien por ella. ¿Hubiese estado bien que al final de la segunda sí se hubiesen juntado? Tampoco. Porque Eve descubre que Villanelle la ha manipulado para que matara a Raymond cuando podría haberlo hecho ella misma; la ha llevado al extremo y la ha obligado a hacer algo que no quería hacer (por mucho que se haya preguntado qué se sentiría al quitarle la vida a alguien). ¿Os liarías con alguien que os hace eso, incluso aunque tuviese la cara preciosa de Jodie Comer?

(De nada)

Para mí, eso no es queerbaiting, es ser coherente con la trama que has desarrollado y con la evolución de tus personajes. Además, que el ship principal de una serie tarde bastante en juntarse es algo a lo que estamos acostumbradísimas a ver en cualquier serie con ships heteros. ¿Cuánto tardaron Bones y Booth en besarse o estar juntos? También es muy común que los ships heteros tengan altibajos desde el primer beso hasta que formalizan su relación porque eso da mucho juego a la serie. Un par de ejemplos los tenemos en la historia de Ted y Robin en Cómo conocí a vuestra madre o Ally y Larry (o cualquiera de los intereses amorosos de la protagonista) en Ally McBeal. Y si hablamos de una dinámica del tipo enemies to loverses más probable que el tiempo de desarrollo de la relación amorosa sea mayor, porque tienen que dejar de verse como rivales para verse como interés romántico y tiene que suceder de forma que sea creíble para la audiencia.

Lo que sucede con Killing Eve es que no son enemigas como quien está en el equipo contrario o en la empresa de la competencia. No, una es agente secreto y la otra es una asesina a la que tiene que atrapar. Una le ha arruinado la vida a la otra y, para más inri, la ha intentado matar justo cuando empezaba a confiar más en ella. Mucho tiene que pasar y muy bien desarrollado para que Villanelle e Eve acaben juntas. Y aún así, seguro que no sería el más feliz de los finales.

Creo que parte del problema es que tenemos tan poca representación LGBT+ en ficción que no estamos acostumbradas a estas dinámicas y pensamos que nos van a arrebatar a nuestros personajes LGBT+ de cuajo o que nos van a poner la miel en la boca para luego engañarnos, como tantas otras veces nos han hecho. Nos olvidamos de que también tenemos derecho a que nuestras historias se cuezan a fuego lento, a que haya montañas rusas de emociones e, incluso, a que la relación entre dos personajes LGBT+ acabe o no llegue a cuajar del todo y se quede en una aventura.

Por todo esto, no, no creo que Killing Eve haga queerbaiting. Relajémonos y disfrutemos de esta dinámica tan genial entre Eve y Villanelle y de una serie igual de fantástica.

 


¿Qué opináis? ¿Creéis que la serie peca de queerbaiting o pensáis como yo? Dejádmelo en los comentarios.

Un saludo y que la literatura os acompañe.

 

Propósitos literarios

Propósitos literarios para el 2020

Como ya he dicho en anteriores entradas, 2019 no ha sido el año más fructífero literariamente hablando, pero sí que ha habido periodos de eficiencia y la recta final, gracias al NaNoWriMo light, me ha servido para darme un buen empujoncito escritoril. Por eso, viendo que si continúo ese impulso que he tenido desde noviembre, puedo avanzar bastante con mis historias, me he puesto varios propósitos para este próximo año. Además, estamos en época de ponernos objetivos y quienes escribimos no vamos a ser menos.

Como ya hice en una antigua entrada de despedida del 2017, voy a dividir mis propósitos en lectura y escritura, que ya sabemos que nos nutrimos de la lectura para escribir mejor.

Objetivos lectores

Durante estos últimos doce meses he leído un total de 28 libros. Completos, claro, también ha habido muchos que he dejado a medias, pero esos no los voy a incluir en la lista porque sería usar al estadística para el engaño y yo engañaros, no, eh, no.

De esos 28 libros, los números se quedan tal que así:

  • 25 escritos por mujeres
  • 9 de ciencia ficción o fantasía
  • 18 con tramas o personajes importantes LGBT+

¿Cuáles son mis objetivos para este 2020? 

1. Leer mi pila de pendientes

‘¡Hala, Fani, estás to’ locaaa, que las pilas de pendientes son superlargas y nunca acaban!’ Ya, ya, pero llevo un año sin apenas comprar libros como antes, solo cuando he estado en algún evento literario y he podido llevarme alguno firmado. Pero el número de eventos no ha sido muy grande y mi pila de pendientes no ha aumentado tanto. De hecho, creo que ya he leído todos los que he adquirido en firmas y ferias del libro, así que la pila del mal no es tan exagerada.

propósitos de lectura

Además, entre estas novelas hay alguna que empecé en el 2019 y no terminé porque en su momento no estaba todo lo concentrada que debía estar y preferí dejarla antes que leerla mal. Así que, acabar con la pila del mal no es un objetivo descabellado. Trust me.

2. Leer algún autor/a que siempre haya querido leer desde hace años, pero que nunca haya dado el paso de hacerlo

Este objetivo sería una variante del anterior, solo que en este caso son esas típicas novelas que llevas años pensando ‘he de leerla/tengo que leer algo de este autor o autora’, pero o nunca te has comprado ni cogido de la biblioteca o, simplemente, no sabes por qué título de sus obras empezar. Me pasa con gente como Sarah Waters (mi más que pendiente escritora) o Neil Gaiman, entre otros.

3. Hacer meses temáticos para leer distintos géneros o formatos

Al igual que en octubre celebramos el #LeoAutorasOct, a nivel personal quiero dedicar algún que otro mes a lecturas más específicas, entre ellas:

  • Ensayo LGBT+ y feminista: una de mis asignaturas pendientes y algo de lo que me gustaría aprender mucho. Tengo mis títulos pensados para empezar, pero siempre se agradecen recomendaciones.
  • Ebook y digital: otra asignatura pendiente, porque no tengo lector de ebook y tengo que leerlos en tablet, lo cual me cansa muchísimo la vista (una está ya mayor). Este nuevo año que entra quiero dedicarle más tiempo a leer digital, aunque se me haga más cansado, sobre todo porque tengo muchas novelas y relatos que todavía no he leído y a las que les tengo muchas ganas.
  • Poemas épicos y cantares de gesta: tengo unos cuantos en la pila del mal y siempre me han llamado mucho la atención narrativamente. Además, me sirven de documentación para un proyecto que tengo todavía en la cabeza y que quiero ir desarrollando poco a poco.
  • Leer al menos un cómic o novela gráfica: Es un formato que he explorado muy poco (por no decir casi nada) y en el que quiero indagar.

 

Objetivos escritores

Ya os he comentado que no he escrito tanto como me gustaría, ni mucho menos tanto como escribí en 2018. De hecho, a lo que me he dedicado este año ha sido a terminar (o casi) aquellos proyectos que empecé en 2018 y no pude concluir: tres novelas cortas de ciencia ficción que ya están en fase post-beteo y Therion, una novela de fantasía sobre cambiaformas que estoy a puntito de terminar. Por lo tanto, aunque no haya sido excesivamente fructífero este año, sí que he conseguido acabarlo con buen sabor de boca. También escribí un relato histórico que tenía muchas ganas de escribir desde que estaba en Dublín y del que hablaré más adelante.

¿Cuáles son mis objetivos para este 2020?

1. Terminar los proyectos tochos

En realidad, es un proyecto de varias partes, pero con acabar la segunda, me conformo. Es una trilogía que llevo escribiendo desde 2015, más o menos, y de la que ya tengo el borrador del primer libro y estoy organizándome para el segundo. Parece que voy muy bien, sí, sí, pero de ese primer borrador ya tengo que cambiar la primera mitad entera y mejorarla. Así que, en efecto, no es solo un borrador al que tengo que meterle caña, sino dos.

2. Escribir un poco más en el blog

Lo tengo muuuuy abandonado. Ya expliqué en un post anterior que entre la mala racha y el sentimiento de que se me están agotando las ideas para mantener el blog, apenas he tocado esto. Espero poder pensar en nuevas ideas para actualizar esta página y mantenerla a flote.

3. Elegir uno o dos proyectos secundarios y centrarme en esos

Es algo muy común: se nos ocurre una idea, la anotamos, escribimos alguna escena, nos llama, nos apetece seguir escribiendo, etc., pero la acabas abandonando o dejando a un lado hasta que termines otras historias principales en las que ya estabas trabajando. Yo normalmente siempre tengo alguna historia secundaria que escribo cuando me atasco con la principal o, por ejemplo, cuando no estoy en casa y escribo en libreta. Tengo varios proyectos y embriones de proyecto que podrían ir avanzando y llegar a ser algo tangible. He decidido escoger dos como mucho, porque es un número de historias que me parece manejable. ¿Cuáles? Pues ya iré considerando mis opciones y espero poder poneros al día.

4. Presentarme, al menos, a una convocatoria

El año pasado no me presenté a nada. Bueno, solo a la convocatoria Herstoria de Les Editorial, con el relato que tenía tantas ganas de escribir desde que vivía en Dublín. No hubo suerte, aunque sabía que no era la historia más adecuada para una convocatoria, pero sí que me lo puse como objetivo para sacar ese relato que tenía clavadito en mi corazón escritor. Pues bien, quiero presentar al menos una historia a alguna convocatoria. Da igual el resultado, pero hace tiempo que no escribo relato y me gusta ejercitarme narrativamente con ellos. Además, aunque el objetivo primario sea la convocatoria, el secundario (y verdadero, para qué engañar) es el del siguiente punto:

5. Publicar relatos en Lektu

Tengo algunos relatos que escribí para convocatorias y que están cogiendo polvo, así que este pasado noviembre me decidí a darles un repaso, editarlos bien, ponerles una portada apañada y publicarlos en Lektu mediante pago social. Ya tengo el primero listo (sí, ese que escribí para Herstoria) y mi idea es publicarlo en enero, así que iré dando más información dentro de poco.

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Estos son mis propósitos literarios para este año. ¿Cuáles son los vuestros? No dudéis en dejar vuestro comentario más abajo.

Feliz entrada de año y que la literatura os acompañe.

Mejores lecturas 2019

Wrap up de 2019

No os lo voy a negar: el 2019 ha sido un mal año literario para mí. He escrito poco y he leído poco y pocas novelas me enganchaban o conseguía terminarlas. Pero dentro de lo que sí he leído, quiero recomendaros mis lecturas favoritas de este año.

Trilogía de La Tierra Fragmentada – N.K. Jemisin

En mi instagram hice una pequeña story-reseña de los dos primeros libros de esta saga ganadora de tres premios Hugo. En esas stories comentaba que, una vez leída esta trilogía, cómo iba yo ahora a sentarme a escribir algo decente, si ya no se puede llegar a este nivel. Es que N.K. Jemisin consigue algo asombroso con sus tres novelas y es presentarte una historia con unos personajes maravillosamente desarrollados y con una profundidad que refleja el cariño y el detalle con el que los ha escrito. El mundo de Jemisin, llamado la Quietud, se ve asolado cada cierto tiempo por una Estación, algo así como un cataclismo que rompe la tierra y provoca que los gases nocivos de la misma salgan y la conviertan en un lugar inhóspito.

La Tierra Fragmentada

En este universo, existe una raza de gente, llamada orogenes, que tiene la habilidad de controlar la energía de la tierra, pero que son temidos y odiados por el resto de personas y, por tanto, discriminados e incluso cazados y adiestrados. Bajo esta premisa, nos encontramos con tres narradoras orogenes que, lejos de ser mujeres perfectas y superheroínas, saben que su poder es grande, al igual que lo son el miedo a las Estaciones, el estigma por ser orogen y la responsabilidad de usar su habilidad con cautela para proteger a sus seres queridos.

No quiero contaros más de la trama, porque lo bonito de esta saga es ir descubriendo la historia y todos los giros argumentales que se van desgranando a medida que avanza la misma, además de la gran crítica social que se realiza a través de los orogenes y los problemas materno-filiales de la protagonista que hacen que cobre aún más autenticidad esta historia.

El inicio de la primavera – Penelope Fitzgerald

Si habéis leído mi entrada sobre libros que cambiaron mi vida, veréis que está La joven de la perla, de Tracy Chevalier. Esta novela no fue la primera novela histórica que leí, pero sí que la que me hizo de verdad admirar este género aunque lo lea poco. Chevalier consiguió trasladarme al Delft del s. XVIII y casi sentir que estaba allí de verdad. Pues bien, Penelope Fitzgerald ha vuelto a provocar esa misma sensación en mí, y hacía mucho que no conseguía ese viaje imaginativo a un lugar lejano y a un tiempo pasado. Con El inicio de la primavera comenzó también mi obsesión por Fitzgerald y aunque La flor azul y La librería me gustaron mucho, es El inicio de la primavera la que se ha logrado un hueco calentito en mi corazón.

Penelope Fitzgerald

Un día de marzo de 1913 en Moscú, Frank Reid, un impresor inglés, recibe una carta de su esposa Nelly en el que le dice que se marcha con los hijos de vuelta a Inglaterra. Días después, recibe una llamada que le informa de que sus hijos están en la estación de tren. Frank tiene ahora que rehacer su vida sin su mujer, pero con la esperanza de su regreso, con la presencia de Lisa, una niñera que aparece en su vida tras la desaparición de Nelly, y con el convulso ambiente que hay en Moscú en ese año y que le acaba afectando a lo largo de la historia.

En esta novela puedo destacar muchos aspectos: la fluidez con la que Fitzgerald narra, una gracilidad que combina con humor y hace que las páginas pasen con una ligereza asombrosa; los personajes carismáticos y con un aura especial que llenan la novela; y, sobre todo, la ciudad de Moscú, que gracias a la bella y detallada ambientación de Fitzgerald, parece un personaje más que nos permite conocer a través de sus palabras.

Quizá lo que más me ha fascinado de esta novela sea ese aire de misterio, cuasi-realismo mágico que aceptas como si nada aunque sea algo extraño, pero es que, ¿cómo no aceptarlo si Penelope lo plantea de esa forma tan natural y genuina?

Haz memoria – Gema Nieto

Tuve la suerte de conocer a Gema Nieto en la Librería Berkana durante el Día del Libro LGBT, donde coincidimos en la mesa de firmas. Allí me hice con su libro y no tardé en leerlo. Una puede pensar cuando lee una novela ambientada en la Guerra Civil Española que va a ser bastante parecida a las demás, pero Haz memoria destaca por que cada palabra está medida, cada oración es poesía que se nos mete en el corazón para romperlo.

Gema Nieto

La historia comienza con la visita de una mujer a la casa de su abuela en la que vivió cuando era pequeña tras la muerte de su madre. Allí va rememorando su época en esa casa y los recuerdos de sus tías, que ahora viven en una residencia, van hilando la trama hasta el final. Con ciertos toques lorquianos, nos adentramos en la vida de la Rusa, el Zar, su hijo y sus tres hijas, las cuales se convierten en las protagonistas de esta novela generacional que nos recuerda que la guerra le arrebató la vida y la libertad a tantas personas y sumió en el olvido a muchas otras. Cada recuerdo va desgarrando una parte de ti, pues, aunque esté ambientado en la Guerra Civil, sus ecos son tan contemporáneos que resuenan con nuestras vivencias de hoy en día, y es que el sufrimiento humano y la necesidad de recordar nuestros errores es común a todas las épocas y eso es algo que Gema Nieto consigue transmitir con esta preciosa novela.

Middlesex – Jeffrey Eugenides

Bueno. Hemos llegado a Middlesex. Aquí tengo que hacer un parón mental. Aquí tengo que tomar aire para poner en orden todo lo que me gustaría decir de esta novela. ¿Por qué? Pues porque no es solo mi novela favorita que he leído este 2019, sino que es mi novela favorita de la década y de mis casi treinta años. Sí, creo que ha desbancado a La insoportable levedad del ser, de Kundera (o, por lo menos, comparten podio), que hasta ahora era mi novela favorita. Yo creo que se merece un aplauso, ¿no?

Lin-Manuel Miranda
Lin-Manuel Miranda approves.

En Middlesex seguimos la vida de Cal, un hombre intersex que comienza a narrar su vida de una forma peculiar: siguiendo la trayectoria del gen de la 5-alfa-reductasa tipo 2 en sus antepasados desde principios del s. XX. La historia nos lleva entonces a una familia griega que vive en Bursa, una pequeña ciudad en la que los matrimonios entre primos y miembros de la familia están secretamente aceptados por sus habitantes. Es así como Lefty y Desdémona, hermanos huérfanos, acaban enamorándose y huyendo de Bursa durante la Guerra greco-turca. Su exilio les lleva a Estados Unidos, donde su prima Lina les espera y les ayuda a asentarse. Las relaciones amorosas intrafamiliares continúan hasta el nacimiento de Calíope, nuestra protagonista. No quiero contaros más, pues aunque se puede resumir todos estos líos familiares, lo mágico de este libro es acompañar a esta familia desde la década de los 20 hasta la actualidad (en la cronología del libro, ya llegamos a los 2000).

Jeffrey Eugenides

No solo esto resulta mágico, y aquí ya voy a empezar a fangirlear, sino que todo en esta novela lo es. Los personajes, cada uno con su carisma, con sus miedos, sus ambiciones, la forma que Cal tiene de describirlos y narrar sus tramas, etc. ¡Desdémona, por favor! Diosa de la vida. Para mí está a la altura (y la supera) a Úrsula Iguarán (Cien años de soledad); de hecho, podría considerarse la versión americana y contemporánea de la misma. A Lefty y Milton les coges un cariño tal que te duele todo lo malo que les pasa y hasta se les puede considerar tus propios abuelo y padre. Calíope y cómo va descubriendo los secretos de la vida y del amor. El Oscuro Objeto, el sobrenombre tan peculiar y acertado de la amiga de Calíope, la cual nos recuerda que todas hemos tenido en algún momento nuestro propio oscuro objeto de deseo. Y no me olvido de los pasajes en los que Calíope empieza a descubrir su propio secreto. Una puñalada duele menos.

No hay una sola página que no sea maravillosa (y son unas 544), no hay una sola página que no te sorprenda por su forma de narrar, por sus originales recursos a la hora de contar la historia de esta familia y avanzar en el tiempo, por la sutileza de ciertas escenas en las que se suavizan algunos hechos más crudos, pero que te graban una imagen mental que es incluso más efectiva que hacerlo de manera explícita.

De verdad, poca justicia puedo hacer con estas palabras y si algo tengo que agradecer en este año tan poco fructífero literariamente hablando es haber leído Middlesex.

 


 

Hasta aquí mi wrap up de 2019. ¿Habéis leído alguna de estas novelas? ¿Qué os han parecido? ¿Cuáles han sido vuestras mejores lecturas de este año? Dejadme vuestros comentarios aquí abajo.

Feliz Navidad y que la literatura os acompañe.

¿He vuelto?

¿He vuelto?

Cierto es que este blog tiene ahora más polvo y telarañas que entradas. Todo y nada ha pasado desde la última vez que escribí por aquí.

Empiezo por la nada.

Realmente en mi vida no ha pasado mucha cosa digna de mención desde que volví de mi amada Dublín. La nostalgia me dura (de hecho, seguramente persista hasta que vuelva) y Almería resulta tan insípida como la dejé, pero con más rotondas (lo siento, soy de esas personas a las que no les gusta su lugar de nacimiento).

Mi vida ha sido razonablemente estable este año. Empecé un trabajo nuevo como profesora en una academia, lo cual me ha dado una tranquilidad económica inmensa a pesar de no ser un sueldazo. Sin embargo, poco más ha pasado. Algún que otro evento literario al que asistí en este último año y que ha roto la monotonía y me ha recargado las pilas, como el Festival LesGaiCineMad, en el que Ros Serra y yo hicimos de representantes de LES Editorial en la mesa redonda sobre mujeres en el sector editorial;

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el Día del Libro LGBT+ en Librería Berkana, donde conocí a mis compañeras de editorial, Anna Pólux y Cris Ginsey, a Prado G. Velázquez y Gema Nieto;

la I Feria del Libro LGBT+ de Málaga, de la que me encantaría poder enseñaros fotos, pero me robaron el móvil;

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o el décimo aniversario de la Revista Mirales, el pasado 28 de septiembre, en el que nos juntamos un montón de mujeres a celebrar la labor de la revista por la visibilidad.

Continúo con la nada.

Si he tenido un año literario poco productivo en cuanto a lectura y escritura, sin duda ha sido este. Pocos libros me llenaban, los abandonaba, los leía sin ganas. Cuando abría alguno de lo borradores que tenía, me tiraba media hora mirándolos, sin ganas de teclear. Escribía alguna escena de alguna historia que se me hubiera ocurrido y al poco la dejaba, apenas escribía un párrafo. Así meses. Y ya estaba empezando a preocuparme, porque la escritura era mi terapia. Muchas veces pienso, aunque suene exagerado, que si no me he pegado un tiro antes, es gracias a escribir. Pero me dije, ‘Fani, ten paciencia’. Y a mí a paciente no me gana nadie.

Vamos ahora con el todo.

Ha pasado de todo este año, pero ese todo ha pasado en mi cabeza. Me he planteado muchas cosas en cuanto al blog, a las redes sociales, a la escritura. Empecé a dejar esto aparcado ya en Dublín. El tiempo que tenía libre prefería dedicarlo a conocer mi nuevo hogar y cuando escribía, me centraba en historias. También estaba el problema de las ideas novedosas y entradas interesantes: ¿Quién soy yo para dar consejos de escritura si ya hay blogs que los dan y muchísimos más útiles que lo que yo pueda ofrecer? ¿Qué tipo de contenido atractivo puedo yo ofrecer en Twitter o Instagram si cuando publico algo me siento gilipollas? Además, mi relación amor-odio con Twitter se ha intensificado durante este año. Esta red social se ha convertido para mí en un dementor que me succiona la energía vital cada vez que me meto y que solo me hace largar pestes de la humanidad. Es ahora cuando estoy reconciliándome un poco con ella, pero sigo sintiéndome gilipollas cuando tuiteo algo.

También me he planteado dejar de escribir. Tal cual suena. Tirar la toalla y colgar la pluma y el cuaderno. Pero luego volvía a pensar, ‘¿vas a arriesgarte a abandonar lo único que te mantiene cuerda?’, y me entraba tal miedo a una vida sin narrar historias, sin catarsis, sin nada con lo que llenar el gran vacío del tiempo, que me aferraba al teclado como a un salvavidas. Además, yo la toalla solo la tiro en el amor y eso es porque el amor no se puede forzar.

Esta entrada es un intento de que la toalla no caiga al suelo. Es una llamada de atención de una Fani preocupada a una Fani que no consigue poner su vida en orden.

Quizá pasen otros tantos meses hasta que vuelva a aparecer por aquí. Quién sabe. Por eso es un ‘He vuelto’ con interrogación, porque quien avisa no es traidor.

Que la literatura os acompañe.

 

Ciudades con personalidad. Consejos de worldbuilding

Ciudades con personalidad. Consejos para tu worldbuilding

¿Qué sería de una historia sin su escenario? Pues un conjunto de cosas que pasan en el vacío y que, aunque interesantes, les falta algo de chicha. Bastante para mi gusto. Hace poco terminé Six of Crows, de Leigh Bardugo y estoy con la segunda parte, Crooked Kingdom, y aparte de que me está gustando mucho y estoy encantada con los personajes y su desarrollo, hay una cosa que me ha llamado mucho la atención y es la ciudad donde tiene lugar la mayor parte de la trama de la duología: Ketterdam.

Sabéis que yo le doy mucha importancia al worldbuilding y que su desarrollo es uno de mis procesos favoritos. En la entrevista que me hizo Aritz Pérez Berra para El constructor de mundos, hablé un poco sobre cómo había sido el proceso de worldbuilding y de la creación de Beltaríh, la ciudad donde tiene lugar Nivel 10. Y es que siempre me han gustado las novelas donde podía imaginarme completamente el escenario en el que se desarrollaban, que tuviese la sensación de que esa ciudad o pueblo, etc. era real, que tenía vida propia, que, como dice el título, tenía personalidad. Otros de los ejemplos que se me vienen a la cabeza aparte de Ketterdam son Imre o Saveren, de Crónicas del asesino de reyes,  o las naves en la trilogía de Justicia auxiliar, de Ann Leckie.

Bien, ¿qué podemos tener en cuenta para crear nuestras ciudades y que parezcan reales?

1. Las ciudades tienen su origen

Si cogemos como ejemplo cualquier ciudad real y nos vamos atrás en el tiempo, todas empezaron como asentamientos de gente que llegó a ese lugar y decidió que era un lugar adecuado para vivir y empezaron a construir. Esa localización geográfica afecta al día a día de quienes se asientan en ella y también a la evolución que luego tiene el pequeño poblado. Imaginaos un grupo de gente que se queda en un lado de la montaña porque ahí está resguardado del mal tiempo, pero a la vez, tiene que adaptarse a vivir en zona montañosa, a plantar sus cultivos allí, etc. O una población que se asienta cerca de una masa de agua lo primero que hará será construir con vistas a explotar esas masas de agua (pesca, transporte, etc.). Piensa en cuál es el origen de tu ciudad, por qué sus habitantes se quedaron en esa zona y cómo ese lugar afectó su nueva vida. Depende de lo que quieras incluir en tu historia, este paso puede ser más o menos relevante. Si en ningún momento vas a mencionar el origen de la ciudad, quizá lo que más te convenga es pensar en cómo afecta la topografía en ella (como he mencionado antes, si es de montaña, de mar, de interior, etc.).

2. La evolución urbanística de la ciudad

Seguro que os habréis fijado en la diferencia entre el centro histórico de una ciudad y los barrios colindantes y los más nuevos. Los centros históricos suelen distribuirse de forma más caótica, con predominio de calles irregulares, curvas y laberínticas, con un centro neurálgico o una plaza principal, mientras que los nuevos barrios y ensanches que se van construyendo tienden a seguir una estructura más cuadriculada y organizada, con calles y avenidas paralelas y perpendiculares, mayor simetría y similitud entre barrios.

Ten en cuenta la historia de tu ciudad inventada, pues, al igual que muchos ensanches en las ciudades de nuestro mundo comenzaron con la Revolución Industrial, en tu universo creado puede que llegaran por otro motivo. Puede que tus ciudades empezaran con una estructura cuadriculada y los ensanches sean más caóticos y desorganizados. O puede que hayas decidido que comenzaran con forma circular y los nuevos barrios sean triangulares. Es vuestro mundo, todo vale, pero recordad que la evolución de la sociedad y la tecnología también afecta a vuestras ciudades y esto se ve reflejado en su urbanismo.

3. Los edificios y su importancia

La mayoría de ciudades tienen una serie de edificios comunes: templos, edificios de gobierno, académicos, lugares de recreo u ornamentales, etc. Lo que diferencia los edificios de unas ciudades a otras es la importancia que tienen o han tenido a lo largo del tiempo, así como su uso. Por ejemplo, la catedral de Almería está construida como una fortificación más que como un templo al uso porque su función también era la de defensa contra piratas y moriscos sublevados, mientras que la de San Patricio o la de la Iglesia de Cristo en Dublín cumplen más una función de culto y exaltación artística y religiosa, una forma de decirle a Dios ‘mira, tía, lo mucho que te adoramos’.

Catedral de Almería
Catedral de Almería, cuya fachada también sirve a modo de retablo externo.
Catedral de San Patricio
Catedral de San Patricio
Catedral de la Iglesia de Cristo
Catedral de Christ Church, donde además se grabaron escenas de The Tudors

Si ya nos vamos a tierras inglesas, vemos que algunas iglesias han sido convertidas en lugares de ocio, como clubes o pubs.

Algo parecido pasa con los castillos, en algunas ciudades aún se conservan algunos como los que nos imaginamos cuando nos dicen la palabra «castillo», con sus murallas y sus torreones y sus almenas, todo recogido en un edificio que servía más como residencia y fortaleza de la familia real, mientras que el concepto de castillo en otras ciudades es más un complejo de edificios que están situados dentro de una muralla, casi como una miniciudad. y que parece tener un objetivo más práctico y administrativo, a demás de residencial. Un ejemplo de esto es el castillo de Praga.

Castillo de Malahide
Castillo de Malahide, Irlanda
Castillo de Praga
Castillo de Praga, en el que sobresale la catedral de San Vito, que es una maravilla

También es interesante lo que los edificios dicen sobre la ciudad: se puede determinar la importancia de la ciudad por la presencia de ciertos edificios o su tamaño. Una ciudad con castillo, catedral o una universidad es más importante y tiene más poder que una con una sencilla iglesia o parroquia o sin un edificio académico de ese nivel.

Por eso, decide qué edificios tendrá tu ciudad y cuáles no, cómo de grandes y/o espectaculares van a ser y qué implica esto en la posición de poder y prestigio que tenga tu ciudad dentro de su región, así como en la vida diaria de tus ciudadanos (por ejemplo, en una ciudad donde no hay universidad, quienes quieran estudiar tendrán que emigrar).

4. El estilo arquitectónico

No podía escribir una entrada sobre ciudades sin dedicarle un apartado al estilo arquitectónico. Miriam de Luna Antigua tiene varias entradas muy interesantes sobre el arte en fantasía, pero os dejo este en el que habla sobre lo mucho que cambian las corrientes artísticas a lo largo del tiempo. Yo haré una aportación más humilde y diré que la evolución de los estilos arquitectónicos refleja la evolución sociocultural, tecnológica y urbanística de la ciudad y se rige por principios funcionales y estéticos. Cuando se descubren nuevas técnicas arquitectónicas y materiales que son más eficientes, se van añadiendo a la forma de construir y poco a poco se va progresando de un estilo a otro. De este modo, podemos apreciar cómo se empieza a usar la perspectiva en la pintura a partir del Renacimiento o cómo las catedrales góticas solucionaron el problemilla de la escasa luz que entraba en los templos románicos.

En muchas ciudades, estos cambios coinciden con el desarrollo urbanístico de la ciudad y podemos ver un centro histórico con elementos románicos, góticos y barrocos, mientras en los ensanches se aprecian edificios neoclásicos, art-noveau y en los barrios más nuevos se caracterizan por su vanguardismo y diseños futuristas. También pueden mezclarse si en algún momento, por el motivo que fuera (accidente, catástrofe o decisiones políticas) se reconstruyó alguna zona siguiendo la corriente actual sin respetar el estilo preexistente.

Eixample
Siempre me ha parecido que el Eixample de Barcelona ejemplifica muy bien lo de centro histórico caótico y ensanches ordenados

Si tenéis desarrollada alguna corriente artística, podéis aprovechar y plasmarla también en vuestra ciudad teniendo en cuesta esa lógica que suelen seguir en las ciudades de nuestro mundo.

5. El nombre de la ciudad revela su historia

En los nombres de las ciudades y lugares geográficos reside la esencia de su origen. Y también nos da una pista de lo mucho que se quebraban la cabeza al ponerle nombre a los sitios: Almería nació como un añadido al asentamiento de Bayyana (actual Pechina) y era en su origen una atalaya desde donde controlaban lo que venía por tierra y por mar. El nombre de la ciudad viene de ‘Al-Mariyyat Bayyana’, que, a pesar del falso mito, no significaba ‘espejo del mar’, sino ‘torre vigía/atalaya de Bayyana’ en árabe. Cuidado con la originalidad. Dublín, por su parte, proviene del irlandés antiguo ‘Dubh Linn’, que significa ‘laguna negra’ porque el asentamiento inicial se situaba en una laguna formada por un afluente del Liffey (y que en la actualidad ya no existe). En Irlanda tampoco se molestaban mucho en nombrar sus ciudades, aunque, como pasa con poblaciones que tienen un idioma diferente al de posteriores invasores, estos nombres se acaban transcribiendo de forma diferente hasta acabar en una deformación del término original. Por eso, en Irlanda encontramos miles de lugares que en inglés empiezan por Bally- o Kil-, y en irlandés se conserva como ‘Baile’ (‘ciudad’ o ‘pueblo’) o ‘Cill’ (‘iglesia’).

 

 

 

 

 

Ballyfermot
Bienvenidos a mi barrio

 

Ballyfermot
Aquí podéis ver que Baile Bhailcín (‘ciudad de Wilkins’) se ha traducido a Walkinstown, mientras que Baile Formaid (‘ciudad de Thormod/Norman’) se ha anglicanizado a Ballyfermot

Si estáis pensando en nombres para vuestras ciudades, podéis jugar con esto y mencionar en algún momento el significado que tengan en vuestro idioma inventado (si lo tenéis, claro). También podéis usar ese recurso si no se os ocurre ningún nombre. En Nivel 10, el nombre de algunas ciudades lo saqué buscando en el traductor de Google algunos términos que podían representar esa ciudad; por eso Beltaríh, la ciudad donde se desarrolla la trama, es ‘ciudad del viento’ en maltés.

 


Y hasta aquí estos consejos sobre worldbuilding. Ahora contadme, ¿tenéis en cuenta estos detalles para crear vuestras ciudades? ¿Qué otros aspectos de una ciudad desarrolláis en vuestras historias? No dudéis en dejar vuestros comentarios aquí abajo.

Un saludo y que la literatura os acompañe.

 


Imagen de portada de lijunzhuang

Irlanda a través de la literatura: Autoras

Irlanda a través de la literatura: Autoras

Hace un tiempo empecé esta sección con algunos de los clásicos de la literatura irlandesa y para este nuevo post he querido traeros a algunas de las autoras que he estado leyendo estos meses. Sigo descubriendo nuevas escritoras y espero volver a actualizar esta lista dentro de poco. De momento, os dejo con estas autoras:

Maria Edgeworth (1768-1849)

Maria Edgeworth

Maria nació en Oxfordshire, Inglaterra, donde vivió hasta la muerte de su madre, cuando ella tenía solo cinco años. Su padre se casó de nuevo y se mudaron a Irlanda. Maria estudió una temporada en Londres hasta los catorce años, cuando volvió y se encargó de sus hermanos menores y de ayudar a llevar la finca de Edgeworth con su padre. Los Edgeworth viajaron mucho por Europa y Maria conoció y forjó una gran amistad con Walter Scott. Durante su día a día en Irlanda, guardó cada detalle de la forma de vida irlandesa, que luego plasmó en sus obras. Trabajó para aliviar los estragos que causó la Gran Hambruna Irlandesa (o la Hambruna de la patata), aunque también castigaba a quienes votaban al partido liberal. Tras la elección de William Rowan Hamilton para la Real Academia Irlandesa, Maria se convirtió en su consejera y propuso que las mujeres pudieran participar en las actividades de la institución. Sus obras más conocidas son Castillo Rackrent (1800), Belinda (1801) y Ormond (1817), de la que os voy a hablar ahora.

Ormond

Ormond trata la historia de Harry Ormond, que comienza con un accidente del que es culpable y por el que le mandan con su primo. Allí empezará a labrar su camino y a ascender socialmente e involucrarse en causas políticas. Vemos en esta novela una similitud con el tono satírico de Jane Austen, pero con un espíritu mucho más irlandés que impregna la personalidad de los protagonistas y que se refleja en la peculiaridad de las situaciones que vive Harry.

Kate O’Brien (1897-1974)

Kate O'Brien

Kate O’Brien nació en Limerick en el 1897 y cinco años más tarde, a la muerte de su madre, la llevaron a un convento católico, de donde tomó parte de la inspiración para su novela The Land Of Spices (1941). Se graduó en el University College de Dublín y se mudó a Londres para trabajar como maestra. Tras esta época, Kate vivió una temporada en España, concretamente en el País Vasco, antes de regresar de nuevo a Inglaterra.

Algunas de sus obras más conocidas son Without My Cloak (1931), The Ante-Room (1934), Mary Lavelle (1936) y The Land Of Spices, de la cual os hablo a continuación.

The Land Of Spices está ambientada en un convento de una orden católica francesa, donde Anna Murphy, una niña de gran talento y capacidades, llama la atención ya desde joven de la reverenda madre Marie-Helene, quien la tiene en alta estima tras recitarle un poema que le recordó a su infancia y a su padre. En la novela vemos el crecimiento de Anna, sus dificultades para encajar con el resto de chicas, su admiración por Molly Redmond, una de las chicas con las que tiene una conexión especial, sobre todo al descubrir que tienen mucho más en común de lo que esperaba. A lo largo de la novela presenciamos el cambio que surge en Anna y en la reverenda madre, los dos personajes de mayor peso, y cómo los duros golpes marcan la vida de ambas, cada una en diferentes épocas.

The Land Of Spices

Con personajes femeninos complejos y muy profundos, y una ambientación descrita con mucha delicadeza, esta novela intimista es un cuadro de la sociedad irlandesa de principios del siglo XX, donde con pinceladas vemos su arraigada tradición católica (que en cierto modo era sinónimo de elitista), su espíritu nacionalista y patriota, así como la marcada huella feminista que O’Brien deja gracias a toda una amplia gama de personajes femeninos que quieren romper las imposiciones de género de la época (de hecho, aparece una sufragista que sirve como medio para dejar patente la visión machista de algunos personajes masculinos). Pero sobre todo es una novela de crecimiento, una coming-of-age que nos remueve por dentro cuando, junto a la protagonista, sentimos cómo muchas piezas de la infancia y adolescencia van encajando.

Como curiosidad, la novela fue censurada por una frase que hace alusión a una relación gay. Un sola frase. Ahí os lo dejo para que lo digiráis.

Claire Keegan (1968- )

Claire Keegan

Keegan nació en el condado de Wicklow donde vivió hasta los diecisiete años, edad con la que su familia se mudó a Estados Unidos. No fue hasta el 1992 cuando regresó a Irlanda y, tiempo más tarde, vivió una temporada en Gales. Ya con Antarctica (1999), su primera antología de relatos cortos, ganó una gran cantidad de premios y ha seguido cosechando galardones con el resto de sus obras, entre ellas con el relato extenso Foster (2010).

Foster

Foster (creo que se ha traducido al español como Tres luces) cuenta la historia de una niña cuyos padres mandan a vivir con sus tíos al campo durante un tiempo ya que su madre va a tener otro bebé y no pueden hacerse cargo de todos los hijos que tienen. Allí, aunque reticente al principio, empieza a conocer una nueva vida y el cariño de su nueva familia; es a través de sus ojos que vemos estas diferencias de forma sencilla e inocente y quizá por eso nos producen mayor impacto, porque las experimentamos también como si fuéramos nosotros esa niña pequeña. Con un lenguaje sencillo y una trama igualmente sencilla, el peso dramático recae en la complejidad que esconde esa aparente sencillez, pues vamos dándonos cuenta de los secretos y el trasfondo de ambas familias de la misma forma que la protagonista lo hace: poco a poco y atando cabos sueltos que en cierto momento encajan de repente.

 

Eithne Massey

Eithne Massey

Eithne (pronunciado Enia, como la cantante) es Graduada en el University College de Dublín y en la Universidad de Maynooth, ha trabajado como librera y en la Concejalía de Cultura. Su interés por la literatura juvenil, las leyendas, mitos e historia de Irlanda se unen muchas veces en sus novelas, como Where The Stones Sing (2011).

Where The Stones Sing está ambientada en el Dublín del s. XIV, durante la epidemia de la peste negra y narra la historia de Kai, una niña que consigue entrar en el coro masculino gracias a que se viste como un niño. Su vida en la catedral de Christ Church se complica al tener que ocultar su secreto, sobre todo al morir su amigo Jack, suceso que lleva a Kai a buscar consuelo en los escondrijos de la catedral, donde descubrirá unas misteriosas voces.

Where the stones sing

 


 

Hasta aquí mi repaso de algunas de las autoras irlandesas que he leído hasta ahora. ¿Las conocíais? ¿Sabéis de otras autoras que podáis recomendarme? No dudéis en dejar vuestros comentarios aquí abajo.

Un saludo y que la literatura os acompañe.

Literatura LGBT+

Orgullo Literario (III)

Para finalizar este especial del Orgullo Literario, esta semana os traigo relatos cortos. Tanto si los he leído en antologías o por separado, aquí os hablo de los que han sido mis favoritos de los últimos que he leído.

Ábreme con cuidado

Ábreme con cuidado

Cuando me compré esta antología, publicada por la Editorial Dos Bigotes, no sabía muy bien cuál era la premisa que regía la selección, solo sabía que se trataba de relatos de escritoras LGBT+ contemporáneas. Luego ya comprobé que se trata de relatos basados en escritoras LGBT+, un homenaje de escritora a escritora. Esta antología no solo sirve para conocer a nuevas voces, sino también a las antiguas, las maestras, las que ya han allanado el camino con su trabajo. Hay relatos de Isabel Franc, Clara Asunción García, Pilar Bellver, Carmen Samit, Gloria Fortún, Lola Robles, Carmen Nestares, Carmen Cuenca y Gloria Bosch Maza sobre Natalie Clifford Barney, Patricia Highsmith, Virginia Woolf, Marguerite Yourcenar, Aphra Behn, Carson McCullers, Elizabeth Bishop, Emily Dickinson y Gloria Fuertes, y, al leerlos, es inevitable admirarse, pues las autoras hacen que parezca sencillísimo esto de escribir relatos. Al principio de cada historia hay una pequeña biografía de la autora y una nota de la misma en la que explica por qué eligió a la protagonista de su relato. Tengo que destacaros sobre todo el de Clara Asunción García (#Marimaryeva), un relato escrito con la gracia y soltura de Clara para describir la complejidad del amor y cuyas protagonistas se declaran mientras hablan de Carol, de Patricia Highsmith; el de Gloria Fortún (Palimpsesto), un maravillo y cautivador relato sobre amor secreto y pérdida, alimentado por la admiración de una de las protagonistas por Aphra Behn, y con un título muy apropiado para la historia; el de Carmen Cuenca (El éxtasis de la palabra), un relato con una gran carga literaria y poética, basado en Emily Dickinson y el momento en que decidió volcarse en su verdadero amor, la poesía; y el de Gloria Bosch Maza (Tu nombre me lo callo), en el que la autora se pone en la pluma de Gloria Fuertes y le escribe una última carta de amor a su amada.

Cada día me gustas más

Cada día me gustas más

Esta antología, editada por Hay Una Lesbiana En Mi Sopa, cuenta con autoras de literatura LGBT+ consagradas y, también, con nuevas plumas. En ella podemos encontrar a Miriam Beizana Vigo, Marta Catalá, Valerie Col, Thais Duthie, Vanessa Ejea, Clara Asunción García, Eley Grey, Erika Hav, A. M. Irún, Mila Martínez y Emma Mars. Con relatos de todo tipo, podemos ver la diversidad de voces e historias que tienen que contar. Destaco los relatos de Clara Asunción García (Las cosas que hacen clinc pop), relato con el que, además, conocí la prosa de Clara y que muestra con su gracia característica lo difícil que es ponerle nombre al flechazo que sienten las protagonistas; el de A.M. IrúnEl guisante de la princesa, un original relato erótico ambientando en un cuento de hadas; el de Thais DuthieEl discurso de Tilbury, otro relato erótico con una profesora particular y su alumna; el de Vanessa EjeaCircunferencias, que bebe mucho del realismo mágico para reflejar el cambio que se produce en nostras cuando nos enamoramos; el de Miriam Beizana VigoEnsayo sobre la fragilidad del amor, que nos hace plantearnos el valor del perdón en una relación a pesar de los años y la distancia; y el de Mila MartínezPaladares, que, como el de Vanessa Ejea, tiene ese toque realista mágico que Mila emplea para hablarnos también del encuentro con esa media naranja (o con la fruta correspondiente, claro).

Otros relatos

La gran ventaja de internet es poder encontrar historias para todos los gustos. En Volonté, el blog de Lelo.com, podéis encontrar relatos eróticos gays, escritos por Rafa de la Rosa y relatos eróticos lésbicos, escritos por Thais Duthie.

Volonté

Os aviso que tengáis a mano un abanico, porque son relatos muy, muy sensuales y os entrará calor. Además, chicas, si os gusta el rollo bondage, role playing, etc, disfrutaréis mucho con los de Thais. Y, chicos, si vuestras fantasías sexuales suelen tener lugar en gimnasios, oficinas, etc., entonces también disfrutaréis con los de Rafa.

Patreon también es un buen lugar para encontrar relatos interesantes. Hace poco, me hice mecenas del de Sinécdoque, donde cada mes por un euro podéis leer dos relatos de dos autores diferentes cada dos semanas.

Sinécdoque

Estos autores son Rafa de la Rosa, Virginia Buedo, Jorge Fuentes, Leticia S. Murga, Alicia Pérez Gil, Jorge Sosa y Nieves Mories. Solo he podido leer uno por el momento, el de Virginia BuedoRegia purpúrea, cifi con mensaje ecológico y una atmósfera muy agobiante y post-apocalíptica, y en la que la protagonista y su novia se tendrán que enfrentar a una amenaza que lleva invadiendo la Tierra desde hace diez años.

También os recomiendo el Patreon de Coral Carracedo (Lulu Von Flama) en el que podréis leer relatos suyos y, sobre todo, podréis seguir la novela seriada Sicalípticas, chick-lit futurista con muchas chicas y mucha diversidad.

Sicalípticas

 


Hasta aquí este especial del mes del Orgullo LGBT+. Espero que os hayan gustado las recomendaciones y que os animéis a leerlas si no las conocíais. Y si queréis añadir algún título más, no dudéis en dejarlo en los comentarios.

Un saludo y que la literatura LGBT+ os acompañe.

Literatura LGBT+

Orgullo Literario (II)

Ya sabéis que estamos en el mes del Orgullo y como ya os comenté en el post anterior, han sido un par de meses llenos de lecturas LGBT+. La semana pasada os hablé de novelas escritas o ambientadas a principios del s. XX; esta semana toca hacer repaso de libros contemporáneos que, además, son autopublicados e independientes.

Las Hijas de Lilith – Rafa de la Rosa

Hijas de Lilith

Rafa de la Rosa publicó este año su primera novela, Hijas de Lilith, una historia de fantasía urbana protagonizada por brujas. Muchas brujas y muy diferentes, donde la sangre es el principal vehículo de la magia y cuya lógica está muy influida por las leyes mendelianas. La historia comienza con un sacrificio y este tema continúa a lo largo de la novela conforme vemos el camino de la protagonista y las decisiones que toma, tanto ella como sus compañeras de aventuras, para hacer lo que consideran correcto (no quiero hacer mucho spoiler). Aquí podréis encontrar mucha diversidad LGBT+, mucha acción, mucha sangre (hasta en spray), un worldbuilding ancestral y muchas mujeres.

Marfariña – Miriam Beizana Vigo

Marafariña

Hacía tiempo que quería leer Marafariña; había leído Todas las horas mueren, su segunda obra, que me resultó más oscuro y amargo. Hace poco terminé la primera novela de Miriam y la verdad es que me gustó mucho más que su segunda novela. Quizá porque al ser más larga he tenido más tiempo de conocer a los personajes y comprenderlos más. Marafariña trata la historia de Ruth, una chica gallega hija de padres testigos de Jehová, y Olga, una chica catalana que se muda a Marafariña con su padre y su tía tras la muerte de su madre. Por casualidades del destino, ambas se conocen y empiezan a entablar una amistad en la que ambas se curan las heridas, crecen y se hacen valientes. Y se enamoran. Marafariña es el refugio en el que ambas pueden ser ellas mismas, sobre todo Ruth; es su templo particular en el que se rinden culto. Pero todo se complica, porque a Miriam le gusta hacernos sufrir, aunque, por suerte, el segundo libro de Marafariña, llamado Inflorescencia, sale el próximo mes.

Girl. Girl. Girl. – Ros Serra

Ros Serra es una de mis compañeras autoras en LES Editorial y pude conocerla en la firma de libros en la Feria del Libro de Madrid.

Ros Serra y Fani Álvarez
El momento crossover de la Feria del Libro de Madrid

Girl. Girl. Girl. es la primera novela de una saga que está todavía en proceso y trata la historia de Silvia, doña chica perfecta, hija de padres perfectos, la que mejores notas saca de su clase y la que siempre parece una princesita. Hasta que, de la forma más extraña, conoce a Lara, una chica que es todo lo contrario a ella. Gracias a Lara, Silvia empieza a darse cuenta de lo que falla en su vida y lo que quiere cambiar, aunque las cosas no acaban saliendo como ella había esperado en un principio. Encuentra nuevos amigos, pero también nuevas dificultades y penas al salir de su burbuja de perfección. Girl. Girl. Girl. es una lectura ligera, fresca y divertida. Yo confieso que en muchas ocasiones he odiado a Lara y he querido achuchar a Silvia, así que a ver cómo continúa la historia.

Girl. Girl. Girl.


 

Hasta aquí esta segunda entrega de este Orgullo Literario. ¿Habéis leído estas novelas? ¿Cuáles habéis leído o estáis leyendo? No dudéis en dejarme vuestros comentarios aquí abajo.

Un saludo y que la literatura LGBT+ os acompañe.

Literatura LGBT+

Orgullo Literario (I)

Sin proponérmelo, mis lecturas de mayo (y finales de abril, también) fueron muy LGBT+ y, ya que junio es el mes del Orgullo, no he querido romper la racha. Para celebrar este mes tan señalado para el colectivo, os voy a hablar de esas novelas y relatos que me han acompañado durante estos dos meses llenos de arcoíris. Debo aclarar que, en realidad, más que una lista de libros LGBT+, me ha salido una lista de libros lésbicos. La cabra tira al monte, qué se le va a hacer. Además, así tendréis otra lista más que añadir a las que Jen Moraz y Taty Mil Palabras hicieron para el Día de la Visibilidad Lésbica.

He pensado en dividir la lista en varios posts. Para esta semana, el criterio de selección es el de ‘Señoras que se empotraron a principios del s. XX’. Una sí es un clásico de la literatura lésbica del s. XX y, aunque la otra es contemporánea, está basada en la correspondencia entre Virginia Woolf y Vita. Pero, venga, vayamos al grano.

The Well Of Loneliness – Radclyffe Hall

El pozo de la soledad

En español titulada El pozo de la soledad, esta novela, publicada en 1928, tiene mucho de autobiográfico. Fue de las primeras novelas lésbicas del mundo anglosajón y narra la historia de Stephen Gordon, una chica que ya de pequeña notaba que no era como las demás. Percibida por otras personas como rara, masculina, etc., empieza a experimentar la soledad del sentirse diferente a temprana edad, pues hasta su madre parece rechazarla. Es con su padre con quien mejor relación tiene y quien será para ella un gran apoyo. Se trata de una novela coming of age, donde leemos el crecimiento de Stephen hasta la edad adulta y conocemos las mujeres que pasan por su vida, dejan su huella y sobre todo su sufrimiento. Vemos cómo el darse cuenta de que es una ‘invertida’ (ella misma se llama así en la novela) tiene en ella un gran impacto y cómo esto también afecta a su relación con la que es quizá su gran amor, Mary. Lo que más destaco de esta novela es la descripción de la soledad de la protagonista a lo largo del tiempo, una constante en su vida, su más fiel compañera. Quizá no sea la mejor novela, narrativamente hablando, pero es todo un clásico de la literatura lésbica que es necesario para entender su contexto.

A Virginia le gustaba Vita – Pilar Bellver

A Virginia le gustaba Vita

A este libro le tenía muchas ganas ya desde hace tiempo y por fin lo he leído. No sabía muy bien qué esperar, solo que narraba el romance de Virginia Woolf y Vita Sackville-West. A Virginia le gustaba Vita está dividida en dos partes, una es la novela per se, en forma epistolar, donde podemos leer las cartas (ficticias pero basadas en la correspondencia real y en las biografías de las protagonistas) que se intercambiaron Virginia y Vita tras su primera vez juntas. En ellas vemos su relación desde la perspectiva de cada una de las protagonistas y lo que significó para ellas ese primer encuentro sexual. Lo maravilloso de esta novela es cómo Pilar ha conseguido resucitar la voz de Virginia (e imagino que la de Vita también, aunque a ella no tengo el placer de haberla leído). Esta parte del libro cuenta con numerosos pies de página que profundizan en la historia real que sirve de inspiración y donde Pilar nos cuenta más sobre la biografía de las autoras. Después tenemos una segunda parte en la que regresamos al presente y, con una vuelta de tuerca al recurso del manuscrito encontrado, nos encontramos con el diálogo entre la prologuista de la novela y su sobrina. En este intercambio, se nos cuenta todo lo que no cabía en las notas a pie de página y que, como la misma Pilar nos dice, es también muy necesario para comprender toda la historia. Es una parte más didáctica, pero al ser una conversación entre una mujer y su sobrina, resulta muy ligera y entretenida. Además, tiene una pequeña subtrama muy cuca.

Además, esta Feria del Libro de Madrid, tuve el placer de conocer a Pilar, charlar con ella y que me firmara  Ábreme con cuidado (antología de la que hablaré más adelante en estas entradas especiales del Orgullo), aunque acordamos posar con A Virginia le gustaba Vita porque no era cuestión de que me firmara el ebook…

 


Hasta aquí la primera entrega de este especial Orgullo Literario. ¿Conocíais estas dos obras? ¿Qué otras clásicas me recomendaríais? No dudéis en dejar vuestro comentario aquí abajo.

Un saludo y que la literatura y el orgullo os acompañe.


Imagen de portada extraída de Free-Photos.

Lo que podemos aprender de nuestros textos antiguos

Lo que podemos aprender leyendo nuestros textos antiguos

Hace poco me puse a reorganizar mis archivos de la carpeta de escritura y, como siempre me pasa cada vez que hago limpieza, me puse a echarle un vistazo a mis antiguos escritos. Los más antiguos que tengo datan de algo más de diez años, cuando estaba todavía en el instituto y me creía que un relato de veinte páginas se podía considerar novela.

giphy

Hay algo de tierno y nostálgico en leer tus relatos antiguos: recuerdas la emoción de estar escribiendo una historia, de pensar que iba a ser la bomba y que todo el mundo iba a leerla y adorarla. Pero sobre todo recuerdas la pasión al juntar las letras que te nacían de dentro con ansias de ser plasmadas en la pantalla del ordenador.

Aunque también hay algo de vergonzoso en este acto y es que, con el paso del tiempo y la experiencia, los errores pasados se nos hacen más evidentes y bochornosos. En la presentación de Nivel 10 en Berkana me preguntaron si estaba satisfecha con el resultado final o si lo cambiaría en un futuro. La respuesta que di entonces es muy similar a lo que os voy a contar en este post.

La satisfacción es presente

Ponerle el punto final (el verdadero punto final, tras beteos y correcciones) a un relato o novela es la culminación del trabajo que empiezas en un determinado punto del pasado, con unos determinados conocimientos y habilidades, y que terminas en el momento presente, en el punto álgido de ese aprendizaje. Sentirse satisfechas con el trabajo es el resultado lógico y, como ya he dicho, es la culminación de un proceso y la satisfacción es presente, pues nadie sabe cómo nos sentiremos respecto a nuestra obra dentro de unos años; quizá comprobemos que podemos mejorarla o quizá nos demos cuenta de que hemos llegado a nuestra curva de aprendizaje y poco hay de nuevo que podamos añadir o cambiar.

Curva de aprendizaje
Imagen extraída de Vale Enciso

De ahí que considero que siempre es bueno echar un vistazo a nuestros relatos antiguos. No tanto para corregirlos (que también), sino para ver cómo hemos evolucionado en la escritura y qué podemos aprender de ese cambio.

Las lecciones que podemos aprender

1. Prestarle atención a la ortotipografía

Cuando me he puesto a leer mis textos de hace años, lo primero que he hecho ha sido echarme las manos a la cabeza al ver lo poco que tenía en cuenta la ortotipografía: guiones en vez de rayas de diálogos, mala puntuación de los mismos, las sangrías y el justificado ni siquiera existían, etc. Para hacerlo bien he tenido que documentarme y aprender mucho, pero sobre todo que me dijeran o leer en alguna parte que una buena ortotipografía es casi tan determinante como el propio texto, pues sin ella, incluso nos pueden descalificar de un concurso. Por eso os animo a que no dejéis de lado este aspecto tan importante, ya que una mala ortotipografía en un relato es casi como ir en chándal a una entrevista de trabajo.

Corrección ortotipográfica

2. El estilo es nuestro reflejo pero también un facilitador para el lector

Tener estilo propio es algo difícil de conseguir, pero no debemos confundirlo con escribir mal. La gramática y la lengua tienen unas reglas y una cosa es que tu estilo consista en alterar el orden natural del sujeto-predicado en determinadas ocasiones para provocar un determinado efecto, y otra muy distinta es que tu sujeto y tu predicado no concuerden en número y género, o que la palabra que uses tenga un significado completamente distinto al que crees que tiene (quien no haya usado «bizarro» como sinónimo de «extraño» por influencia del inglés que tire la primera piedra). Al fin y al cabo, estos errores que cometemos por culpa de esos vicios lingüísticos que tenemos tan arraigados acaban dificultando la lectura y eso nos perjudica. Si algo he aprendido yo con el tiempo es a acudir al diccionario y a blogs y páginas de corrección de estilo incluso cuando creo estar segura de lo que estoy escribiendo.

Bizarro significa valiente
Entre tú y yo, sigo usando «bizarro» como sinónimo de «extravagante/extraño».

 

3. Con suerte, vamos ganando fluidez en la escritura

Cuando comenzamos a escribir, solemos pecar de escribir demasiado cuando la trama no lo requiere e inundar al lector con información que, en realidad, no es necesaria. Esto está muy relacionado con aprender a meter la tijera. Nos da miedo eliminar nuestras frases y párrafos que tanto nos ha costado escribir, pero si los analizamos con frialdad, nos damos cuenta de que son datos obvios que no aportan gran cosa. Ya sea al pasarnos con el worldbuilding o al explicar lo que ha sucedido como si los lectores fueran tontos, nuestro texto pierde verdadera fuerza y gana en pesadez. Precisamente uno de los errores que me he dado cuenta que cometía en mis relatos antiguos es que tenía una tendencia a narrar en exceso todo lo que sucedía en mis escenas, hasta el punto de que si, por ejemplo, describía la caída de un personaje, luego el narrador decía: «Fulanita se ha caído», y me faltaba añadir «por si no te habías dado cuenta». De hecho, ahora cuando escribo, siempre añado mentalmente esta muletilla y otras similares para darme cuenta de si he escrito información innecesaria. También he aprendido a detectar mejor en qué momentos la narración necesita una descripción más profunda o solo una corta frase es más que suficiente. Por ejemplo, en escenas de acción o que tienen un ritmo más rápido, como una persecución, ya ni se me ocurre detenerme en cómo las botas de los protagonistas dejan huellas con forma ovalada mientras la hierba se rompe. Pa’ qué. Mis textos ahora han ganado en fluidez y ritmo.

Infodumping
‘Espera, espera. ¿Me estás diciendo que llevas tres capítulos enteros para explicarme cómo la prota se está comiendo un p**o helado?’

4. Mejor introducción del worldbuilding, menos infodumping

Relacionado con el punto anterior, también he aprendido a desarrollar mejor el worldbuilding de mis historias, sin recrearme tanto en el mundo que he creado ni cansar a los lectores. He aprendido a dejar pequeñas pildoritas de información para que sean estos quienes aten cabos y se formen su propia imagen de mi universo. Creo que uno de los trucos que más me ha ayudado (aparte de los que se pueden aprender con series como Black Mirror) es pensar que yo estoy dentro de ese mundo, o que ese mundo es el real, y preguntarme, «¿me haría falta que alguien me explicara esto que se supone que ya sé?». Un ejemplo: imaginaos un mundo en el que los dioses tienen tentáculos y una de las expresiones comunes para dar los buenos días es «que los tentáculos te protejan». Pues bien, no tendría sentido que cuando un personaje dijera esto, el narrador o los propios personajes explicaran que es porque los dioses tienen tentáculos. Es algo que los lectores comprenderán en cuanto lean un par de conversaciones en las que se saluden así.

En conclusión…

A modo de resumen, al leer mis relatos antiguos, me he dado cuenta de todo esto:

  • Hay que tomarse tiempo para aprender sobre las reglas ortográficas, gramaticales y ortotipográficas.
  • Hay que tener siempre un diccionario o cualquier otro recurso similar a mano y consultarlo aunque pensemos que no hace falta.
  • Trata a tus lectores como te gustaría que te trataran, es decir, como a personas inteligentes que no necesitan explicaciones tediosas e innecesarias para entender la historia. Una tijera a tiempo salva de muchos errores.
  • Trata tu worldbuilding como si fuera tu mundo real (y el del lector) y piensa si de verdad le contarías cosas obvias a otra persona que viviera en el mismo sitio.

 


Hasta aquí esta pequeña lista de cosas que he aprendido al tomar distancia de mis propios textos durante tanto tiempo. ¿Qué habéis aprendido de los vuestros?

Un saludo y que la literatura os acompañe.

 


Foto de portada extraída de StockSnap.