Archivo de la categoría: Sin categoría

Propósitos literarios

Propósitos literarios para el 2020

Como ya he dicho en anteriores entradas, 2019 no ha sido el año más fructífero literariamente hablando, pero sí que ha habido periodos de eficiencia y la recta final, gracias al NaNoWriMo light, me ha servido para darme un buen empujoncito escritoril. Por eso, viendo que si continúo ese impulso que he tenido desde noviembre, puedo avanzar bastante con mis historias, me he puesto varios propósitos para este próximo año. Además, estamos en época de ponernos objetivos y quienes escribimos no vamos a ser menos.

Como ya hice en una antigua entrada de despedida del 2017, voy a dividir mis propósitos en lectura y escritura, que ya sabemos que nos nutrimos de la lectura para escribir mejor.

Objetivos lectores

Durante estos últimos doce meses he leído un total de 28 libros. Completos, claro, también ha habido muchos que he dejado a medias, pero esos no los voy a incluir en la lista porque sería usar al estadística para el engaño y yo engañaros, no, eh, no.

De esos 28 libros, los números se quedan tal que así:

  • 25 escritos por mujeres
  • 9 de ciencia ficción o fantasía
  • 18 con tramas o personajes importantes LGBT+

¿Cuáles son mis objetivos para este 2020? 

1. Leer mi pila de pendientes

‘¡Hala, Fani, estás to’ locaaa, que las pilas de pendientes son superlargas y nunca acaban!’ Ya, ya, pero llevo un año sin apenas comprar libros como antes, solo cuando he estado en algún evento literario y he podido llevarme alguno firmado. Pero el número de eventos no ha sido muy grande y mi pila de pendientes no ha aumentado tanto. De hecho, creo que ya he leído todos los que he adquirido en firmas y ferias del libro, así que la pila del mal no es tan exagerada.

propósitos de lectura

Además, entre estas novelas hay alguna que empecé en el 2019 y no terminé porque en su momento no estaba todo lo concentrada que debía estar y preferí dejarla antes que leerla mal. Así que, acabar con la pila del mal no es un objetivo descabellado. Trust me.

2. Leer algún autor/a que siempre haya querido leer desde hace años, pero que nunca haya dado el paso de hacerlo

Este objetivo sería una variante del anterior, solo que en este caso son esas típicas novelas que llevas años pensando ‘he de leerla/tengo que leer algo de este autor o autora’, pero o nunca te has comprado ni cogido de la biblioteca o, simplemente, no sabes por qué título de sus obras empezar. Me pasa con gente como Sarah Waters (mi más que pendiente escritora) o Neil Gaiman, entre otros.

3. Hacer meses temáticos para leer distintos géneros o formatos

Al igual que en octubre celebramos el #LeoAutorasOct, a nivel personal quiero dedicar algún que otro mes a lecturas más específicas, entre ellas:

  • Ensayo LGBT+ y feminista: una de mis asignaturas pendientes y algo de lo que me gustaría aprender mucho. Tengo mis títulos pensados para empezar, pero siempre se agradecen recomendaciones.
  • Ebook y digital: otra asignatura pendiente, porque no tengo lector de ebook y tengo que leerlos en tablet, lo cual me cansa muchísimo la vista (una está ya mayor). Este nuevo año que entra quiero dedicarle más tiempo a leer digital, aunque se me haga más cansado, sobre todo porque tengo muchas novelas y relatos que todavía no he leído y a las que les tengo muchas ganas.
  • Poemas épicos y cantares de gesta: tengo unos cuantos en la pila del mal y siempre me han llamado mucho la atención narrativamente. Además, me sirven de documentación para un proyecto que tengo todavía en la cabeza y que quiero ir desarrollando poco a poco.
  • Leer al menos un cómic o novela gráfica: Es un formato que he explorado muy poco (por no decir casi nada) y en el que quiero indagar.

 

Objetivos escritores

Ya os he comentado que no he escrito tanto como me gustaría, ni mucho menos tanto como escribí en 2018. De hecho, a lo que me he dedicado este año ha sido a terminar (o casi) aquellos proyectos que empecé en 2018 y no pude concluir: tres novelas cortas de ciencia ficción que ya están en fase post-beteo y Therion, una novela de fantasía sobre cambiaformas que estoy a puntito de terminar. Por lo tanto, aunque no haya sido excesivamente fructífero este año, sí que he conseguido acabarlo con buen sabor de boca. También escribí un relato histórico que tenía muchas ganas de escribir desde que estaba en Dublín y del que hablaré más adelante.

¿Cuáles son mis objetivos para este 2020?

1. Terminar los proyectos tochos

En realidad, es un proyecto de varias partes, pero con acabar la segunda, me conformo. Es una trilogía que llevo escribiendo desde 2015, más o menos, y de la que ya tengo el borrador del primer libro y estoy organizándome para el segundo. Parece que voy muy bien, sí, sí, pero de ese primer borrador ya tengo que cambiar la primera mitad entera y mejorarla. Así que, en efecto, no es solo un borrador al que tengo que meterle caña, sino dos.

2. Escribir un poco más en el blog

Lo tengo muuuuy abandonado. Ya expliqué en un post anterior que entre la mala racha y el sentimiento de que se me están agotando las ideas para mantener el blog, apenas he tocado esto. Espero poder pensar en nuevas ideas para actualizar esta página y mantenerla a flote.

3. Elegir uno o dos proyectos secundarios y centrarme en esos

Es algo muy común: se nos ocurre una idea, la anotamos, escribimos alguna escena, nos llama, nos apetece seguir escribiendo, etc., pero la acabas abandonando o dejando a un lado hasta que termines otras historias principales en las que ya estabas trabajando. Yo normalmente siempre tengo alguna historia secundaria que escribo cuando me atasco con la principal o, por ejemplo, cuando no estoy en casa y escribo en libreta. Tengo varios proyectos y embriones de proyecto que podrían ir avanzando y llegar a ser algo tangible. He decidido escoger dos como mucho, porque es un número de historias que me parece manejable. ¿Cuáles? Pues ya iré considerando mis opciones y espero poder poneros al día.

4. Presentarme, al menos, a una convocatoria

El año pasado no me presenté a nada. Bueno, solo a la convocatoria Herstoria de Les Editorial, con el relato que tenía tantas ganas de escribir desde que vivía en Dublín. No hubo suerte, aunque sabía que no era la historia más adecuada para una convocatoria, pero sí que me lo puse como objetivo para sacar ese relato que tenía clavadito en mi corazón escritor. Pues bien, quiero presentar al menos una historia a alguna convocatoria. Da igual el resultado, pero hace tiempo que no escribo relato y me gusta ejercitarme narrativamente con ellos. Además, aunque el objetivo primario sea la convocatoria, el secundario (y verdadero, para qué engañar) es el del siguiente punto:

5. Publicar relatos en Lektu

Tengo algunos relatos que escribí para convocatorias y que están cogiendo polvo, así que este pasado noviembre me decidí a darles un repaso, editarlos bien, ponerles una portada apañada y publicarlos en Lektu mediante pago social. Ya tengo el primero listo (sí, ese que escribí para Herstoria) y mi idea es publicarlo en enero, así que iré dando más información dentro de poco.

fleabag

 


Estos son mis propósitos literarios para este año. ¿Cuáles son los vuestros? No dudéis en dejar vuestro comentario más abajo.

Feliz entrada de año y que la literatura os acompañe.

Writing rituals tag

Writing Rituals Tag

Siempre me han llamado la atención los tags literarios y, tras leer los de Miriam Beizana y David Pierre, y de ver los de Pablo Ferradas y Javier Miró, me han entrado ganas de compartir con vosotros cuáles son mis manías y costumbres, así que, allá vamos.

  • ¿Cuándo escribes? 

Antes, cuando no trabajaba, solía estar gran parte del día escribiendo, un rato por la mañana, otro por la tarde y por la noche. Además, solía dejar las mañanas para escribir para el blog y el resto de sesiones para escribir mis proyectos. Ahora que tengo menos tiempo libre, suelo aprovechar cuando estoy en casa, que suele ser por las mañanas y a la noche después de cenar. Los fines de semana que no salgo suelo pasar las tardes y las noches escribiendo. Dicho así, parece que escribo mucho, pero realmente depende de mi estado de concentración. Y, por supuesto, si cuando estoy fuera de casa tengo algún rato libre y algún sitio donde sentarme a escribir, siempre llevo mi libreta y mis bolis para aprovecharlo.

  • ¿Cómo te aislas del mundo exterior?

Spotify. O si no tengo conexión a internet, el iPod o lo que tenga en el portátil. Pero necesito escuchar música para escribir. En cuanto a redes sociales y demás distracciones, hay días en que me cuesta mucho dejar de mirar o trastear el móvil y otros en que apenas me acuerdo de que lo tengo. A veces lo pongo en silencio, pero he comprobado que no me sirve de mucho si mentalmente no estoy a lo que tengo que estar.

  • ¿Cómo revisas lo que escribiste el día anterior?

Suelo leer los últimos párrafos del capítulo o escena que estoy escribiendo (no siempre coincide con lo del día anterior), más para entrar en el tono que para corregir, aunque si veo alguna errata o algo que me chirría, lo cambio. Si llevo mucho tiempo sin tocar una historia, sí que suelo leer al menos el capítulo por el que me quedé y las anotaciones que haya dejado escritas en el documento o en mis libretas.

  • ¿Qué canción es la que te gusta cuando te sientes poco inspirado?

No tengo una concreta, cualquiera que esté escuchando en ese momento o con la que esté obsesionada en esa época me vale. A veces hago listas de reproducción con canciones que me recuerdan a la historia que estoy escribiendo, sobre todo emocionalmente, y cuando necesito volver a transportarme a ese estado, sí que me pongo esa canción o lista. Por ejemplo, tengo esta lista para la trilogía de fantasía en que estoy trabajando (y que es mi proyecto principal). Se llama ‘Yllemis saves the world’ porque, cuando la hice, todavía no tenía título para la saga ni para ninguna de las partes.

  • ¿Qué haces cuando te encuentras luchando con el bloqueo del escritor?

Escribo otra historia diferente a la que estoy trabajando. Como ya he dicho antes, mi proyecto principal es una saga de fantasía, así que cuando me bloqueo tengo alguna que otra historia aparcada a la que vuelvo o también escribo relatos si veo que se aproxima alguna fecha de entrega de algún concurso, que eso siempre me motiva a ponerme a escribir (aunque luego no gane nada, salvo un relato nuevo, que siempre viene bien). En los momentos en que estoy muy, muy bloqueada, tanto que ni siquiera escribir otra cosa me sirve, a veces me ayuda escribir poesía, porque con la poesía que escribo, como no la publico, suelo desahogarme más que con otros relatos y suele ser mucho más personal.

  • ¿Qué herramientas usas cuando escribes?

Soy del siglo pasado, así que yo sigo con Word y mi libreta. Antes tenía un par de manías en cuanto a las libretas (que aún persisten, aunque mucho menos exageradas) y es que tenía una libreta para cada historia y un boli —siempre de gel, a poder ser de Pilot— para cada libreta y si se me mezclaban, me ponía muy nerviosa. Ahora me da un poco más igual, pero los bolígrafos siempre tienen que ser de Pilot, los otros se me atascan y me da mucha rabia.

Luego, en cuanto a otros tipos de herramientas, uso el Wordreference, que me sirve tanto para sinónimos, como para escribir en inglés o para cuando no me sale alguna palabra en el idioma en el que esté escribiendo. El diccionario de la RAE para cuando tengo dudas de alguna palabra de esas que no sabes si significan lo que tú crees o las tienes mal asimiladas. También uso las notas que tengo en varias libretas, mapas que me hago tanto del mundo que esté construyendo como, simplemente, de la habitación o espacio en que está sucediendo la escena que esté escribiendo y así no me hago un lío de para dónde tienen que irse los personajes.

Mis herramientas en Word son los asteriscos, los comentarios y el subrayador de colores. Cuando estoy escribiendo y me falta ponerle nombre a algún personaje, lugar, criatura, etc. pero no quiero perder el ritmo, escribo entre asteriscos una anotación del tipo *nombre del animal* y, luego, esa misma anotación la subrayo en amarillo. Si lo que me sucede es que me falta una escena para llegar al meollo y esa escena me está bloqueando, lo anoto en asteriscos, lo subrayo de azul y paso a la siguiente. Cuando necesito anotar algo más largo y sobre todo si son anotaciones del tipo «cambiar este párrafo por otro», «comprobar si en el capítulo X se ha dicho tal cosa» o «luego en el próximo capítulo puedes hacer tal o cual cosa para que esto tenga sentido». Por último, cuando empiezo un capítulo o cuando termino la sesión pero no he acabado el capítulo, anoto, también entre asteriscos, una pequeña escaleta de las acciones de ese capítulo, de las escenas que tienen que entrar sí o sí, de escenas de transición que se me van ocurriendo, y la subrayo de azul, verde o púrpura; cada escena nueva que anoto va con un color diferente, así veo qué ideas se me ha ocurrido en cada momento.

  • ¿Qué consideras imprescindible para una sesión de escritura?

Un portátil y mi pen drive o, si no me pilla en casa, libreta y boli. Pero eso es obvio, así que supongo que mi botella de agua y, en muchas ocasiones, un café, especialmente si escribo en libreta (¿la razón? Porque cuando escribo en libreta suele ser porque estoy fuera, así suelo buscar alguna cafetería o biblioteca y cogerme un café).

  • ¿Cómo te alimentas durante tu sesión de escritura?

Durante la sesión en sí no suelo comer, pero cuando llega la hora de la merienda, me llevo el café y lo que esté comiendo a mi mesa y voy picando hasta que acabo. La cena, dependiendo de si es cena light como las que suelo tomar en España, hago lo mismo que la merienda; si es algo más contundente (aquí en Irlanda les gusta cenar fuerte), ceno en la cocina y me tomo un descanso más largo. En cuanto al tipo de alimentos, no tengo una dieta diferente durante las sesiones, así que va mas en función de lo que me apetezca comer en ese momento.

  • ¿Cómo sabes cuándo una historia ha terminado?

Mis sesiones de escritura acaban bien cuando tengo que irme a trabajar, a la cama o a alguna cita. Solo cuando me noto muy desconcentrada o cansada, paro de escribir y cierro todos mis archivos. Pero, a pesar de que mis sesiones acaban a esas horas, me gusta dejar terminada la escena que estoy escribiendo o, por lo menos, llegar a un punto de la acción más pausado, más de transición. Si me interrumpo en una escena de acción (sea del tipo que sea), siento que pierdo fuelle y, lo más importante para mí, pierdo el estado emocional o la imagen mental que quiero transcribir.

Si nos referimos a cuándo poner punto y final a una novela, normalmente ya sé cómo quiero que acabe una historia, así que cuando llego a esa escena, sé que tengo que ir pensando en esas frases conclusivas del relato. En general, suelo dejar la última escena para el final, aunque con Nivel 10 la escribí antes, porque me llegó tan de sopetón la idea y el diálogo final que no quería olvidarme de todo lo que se me iba ocurriendo.

 


Hasta aquí el tag literario; no nomino a nadie, quien quiera hacerlo, adelante, el propósito principal de esta entrada era que conozcáis un poquito más mis costumbres a la hora de escribir. Si queréis hacer alguna aportación, no dudéis en dejar comentarios aquí abajo.

Un saludo y que la literatura os acompañe.

 


Foto de portada vía Engin_Akyurt

Cambio de personalidad de los personajes

Cómo describir los cambios de personalidad y el aprendizaje de los personajes

Si nos preguntan qué hace que un personaje sea un buen personaje, en el sentido narrativo, una de las razones que se nos viene a la cabeza es que tiene un buen desarrollo a lo largo de la historia. No solo se refiere esto a que le sucedan cosas, sino a que el personaje cambia y crece conforme va superando esas cosas que le pasan. Se trata ni más ni menos del aprendizaje y de los cambios de personalidad, una pieza clave en la creación de personajes.

La personalidad es un constructo que ha sido estudiado en Psicología a lo largo de los años. Una de las definiciones clásicas (y que me viene bien para esta entrada) la da Allport y se refiere a «la integración de todos los rasgos y características del individuo que determinan su forma de comportarse». La personalidad es, por lo general, estable en el tiempo, pero es posible que diversos factores cambien ciertos aspectos de la misma. Estos factores tienen en común una cosa: se basan en el aprendizaje de nuevos tipos de respuesta frente a estímulos y eventos externos e internos, que pueden ser nuevos o conocidos. Para poneros un ejemplo sencillo, imaginaros una persona vergonzosa que nunca ha hablado en público. Su patrón de comportamiento aprendido es el de evitar situaciones donde tenga que enfrentarse a una audiencia de varias personas; a esto se suman reacciones fisiológicas como sudor, temblor o dolor de estómago. Si alguien tuviera que describir a esta persona, diría que es tímida, vergonzosa y demás calificativos similares. Ahora imaginad que durante la carrera universitaria se ha visto obligada a hacer exposiciones, tantas que ahora ya no siente el mismo nerviosismo que antes. Si alguien que no conocía a esta persona la ve por primera vez, dirá que su personalidad es decidida, que está segura de sí misma, etc. Su patrón de comportamiento ha cambiado ante el mismo evento: ahora no evita con el mismo esfuerzo el hablar en público ni tampoco suda, tiembla ni le duele el estómago como antes.

¿Para qué toda esta charla? Pues porque es necesario que sepamos cómo escribir los cambios de personalidad de nuestros personajes para que los lectores los aprecien como verosímiles.

Podemos clasificar estos cambios de personalidad en dos, aunque, como ya he dicho, la base es la misma:

  • Cambios producidos por un hecho extraordinario y que provocan un proceso de adaptación durante un tiempo, como por ejemplo, una ruptura sentimental: después del periodo de separación, se vuelve al estado anterior con ligeros cambios, que suelen relacionarse con ese ámbito (por ejemplo, ser más precavidos con las nuevas parejas).
  • Cambios paulatinos producidos por un suceso prolongado en el tiempo, como por ejemplo, independizarse de casa de los padres: el proceso de adaptación es mayor, pues el cambio suele ser permanente (te vas de casa para siempre) y más relevante (te organizas las comidas, la limpieza, te administras económicamente y todo lo que conlleva vivir fuera de casa, lo que te convierte en una persona más responsable y madura).

En muchas obras y, sobre todo, en series de televisión, veo que a los personajes les suceden cosas, por lo general negativas, pero luego estas no tienen ningún impacto en los personajes más allá de lo que dura el capítulo o la escena. Os voy a poner ejemplos de dos series donde dos sucesos traumáticos que a cualquiera le marcarían para siempre se tratan de forma diferente: A dos metros bajo tierraGlee. Brace yourselves, spoilers are coming:

YA EN SERIO, SI NO HABÉIS VISTO ESTAS SERIES Y TENÉIS INTENCIÓN DE HACERLO, SALTAROS ESTOS PÁRRAFOS HASTA EL SIGUIENTE AVISO.

  • A dos metros bajo tierra. En la temporada cuatro, David Fisher, el hijo mediano de la familia protagonista, es secuestrado. Desde este suceso hasta el final de la temporada vemos que David tiene pesadillas, pensamientos recurrentes, humor irascible y ataques de pánico (muy bien descritos, por cierto) que empiezan a remitir cuando afronta a su agresor (aunque durante la quinta temporada sus ataques de pánico regresan debido al estrés y a los sucesos familiares de la última temporada). Los guionistas no se olvidaron de que David pasó por esa situación traumática y dieron espacio y tiempo para explorar las reacciones del personaje y que su evolución reflejara esa experiencia.
A dos metros bajo tierra
Además, esta trama nos brindó una de las mejores escenas entre Nathaniel y David.
  • Glee. Aunque es una de mis series preferidas y he vivido muy buenos momentos con Glee, las pifias en cuanto a guión y, sobre todo, en cuanto a desarrollo de personajes son ampliamente conocidas entre los fans de la serie. Al principio de la primera temporada, Quinn Fabray, la jefa de las animadoras, se queda embarazada de Puck, uno de los malotes, y este embarazo le causa muchos problemas: sus padres la echan de casa y tiene que quedarse en casa de una de sus amigas, tiene problemas con su novio y con el padre de su hijo, a lo que hay que sumar el desajuste hormonal propio del embarazo y el hecho de que en el último capítulo, cuando da a luz, tiene que entregar a su hija en adopción a la madre biológica de su archienemiga. Pues en la segunda temporada parece como si todo esto nunca hubiera pasado. Solo en la tercera vuelven a traer el tema y de una forma un poco forzada.

Glee

 

 

FIN DE LOS SPOILERS

Bien, ahora que tenemos estos conceptos claros, lo que nos interesa como escritores es saber cómo plasmar estos cambios de forma verosímil en nuestras historias. A continuación, os doy seis trucos que pueden ayudaros a reflejar la evolución de la personalidad de vuestros personajes. Para que estos tres consejos se vean más claros, os pongo como ejemplo de suceso de cambio un accidente de coche.

1. Describir las conductas y actitudes normales antes del cambio

Imaginad un personaje que desde el comienzo de nuestra historia es jovial, alegre, extrovertido y social. Ahora tenemos que hacer una lluvia de ideas o una pequeña lista de conductas y actitudes que reflejen esa jovialidad y sociabilidad. Tenemos, por ejemplo: sonreír a menudo, gastar bromas, iniciar conversaciones de manera fluida, preocuparse por que otras personas también participen en las conversaciones, contar anécdotas, etc. Desde el comienzo de nuestra historia, tenemos que procurar escribir escenas en que este personaje haga algunas de estas conductas que hemos desglosado.

2. Determinar qué sucesos provocan reacciones normales antes del cambio

También tenemos que saber qué reacciones son normales en nuestro personaje en su día a día y qué sucesos provocan esas reacciones. Nuestro personaje del ejemplo sonríe y gasta bromas cuando está con sus amigos y con su familia y le gusta hablar y se interesa por la gente cuando conoce a personas nuevas. También trabaja en una tienda de alimentación y es amable con los clientes y les cuenta anécdotas cuando llegan clientes habituales. En su tiempo libre le gusta ver los campeonatos de coches y motos y le gusta jugar a videojuegos de deportes y acción con sus sobrinos.

3. Mostrar reiteradamente las conductas y actitudes previas al cambio

El objetivo de este punto no es otro que mostrar la estabilidad que caracteriza a la personalidad. Podemos describir repetidamente estos comportamientos de muchas maneras: hacer que nuestro personaje haga alguna acción de las que hemos desglosado (una escena en la que es amable con sus clientes), que se vea reflejada su conducta en los diálogos (con acotaciones en las que sonría o se ría a carcajadas), por medio de otros personajes que interactúan con él (que estos comenten sobre su personalidad: ‘¡Fulanito, siempre estás con las bromas!’), etc. De esta forma el lector se acostumbrará a su forma de ser y se dará cuenta cuando esta cambie.

Muestra, no cuentes

4. Determinar qué conductas y reacciones serán las opuestas a las normales

Ahora tenemos que hacer otra lluvia de ideas o pequeña lista para tener claro cuáles son las conductas y reacciones que van a reflejar un estado de ánimo o personalidad post-cambio. En nuestro ejemplo, después de que nuestro personaje haya tenido un accidente de tráfico, decidimos que va a ser más serio y reservado, por lo que elegimos como conductas nuevas u opuestas las siguientes: sonreír y bromear menos, iniciar menos conversaciones o finalizarlas más pronto, tomarse las palabras de los demás muy en serio, etc.

5. Determinar qué sucesos provocan estas nuevas conductas y reacciones

Pueden ser las mismas situaciones del punto 2, pero con diferente resultado, o pueden ser otras diferentes más relacionadas con el punto de cambio (el accidente), como cruzar la calle y escuchar el pitido de los coches. Incluso podemos añadir algunas que no estén relacionadas, pero que despierten en el personaje estas reacciones (esto está relacionado con el estrés post-traumático y la ansiedad que afecta aunque no haya motivo aparente).

6. Mostrar al personaje teniendo las nuevas reacciones y conductas tras el cambio.

Como sucedía en el punto 3, ahora tenemos que escribir escenas en las que nuestro personaje reaccione de forma diferente desde que le sucedió el evento que provocó un cambio en su personalidad. Podemos mostrarlo de forma reiterada como en el punto 3 o con menos frecuencia pero hacerlo de forma más relevante, dependiendo del efecto que queramos provocar en los lectores. Por ejemplo, podemos describir varias veces estas conductas nuevas (reír y bromear menos, ser más serio con sus clientes, jugar menos con sus sobrinos, etc.) o ser muy contundentes con una sola (que alguien haga una broma y nuestro personaje se enfade desproporcionadamente). No obstante, adaptarse a los cambios lleva tiempo y, mientras nos ajustamos a la nueva situación, solemos intentar mantener las conductas de siempre. Nuestro personaje intentará llevar su vida normal después del accidente, por lo que intentará hacer lo que hacía antes (bromear, ver los deportes de carreras, etc.), así que también podemos jugar con esto en nuestra narración. Siempre que tengamos en cuenta que el lector debe darse cuenta de que algo ha cambiado y no marcha como siempre, las opciones son muy amplias.

Bonus: Los personajes también pueden tener conductas de afrontamiento.

Estas conductas de afrontamiento son conductas ‘añadidas’ cuya finalidad es la adaptación al cambio. La tipología puede ser amplia, pero el objetivo es el mismo: superar dicho cambio. Pueden ir desde consumir pastillas para dormir, abusar de drogas, hasta empezar a hacer ejercicio, obsesionarse por alguna actividad (limpiar, cocinar, comprar), etc. Suelen ser actividades que antes no hacían o que hacían poco y ahora hacen con mayor frecuencia. También dependen del tipo de cambio al que tengan que adaptarse: no es lo mismo afrontar un accidente de coche que una ruptura o independizarse de casa.

 


Hasta aquí estos consejos para plasmar la personalidad de nuestros personajes. ¿Vosotros cómo lo hacéis? ¿Qué otros consejos añadiríais? Espero vuestros comentarios.

Un saludo y que la literatura os acompañe.

 


Imagen de portada de Nina ‘H

Mis propósitos literarios para 2017

Nunca suelo proponerme nada para los comienzos de año. Yo suelo dejarlo para los lunes, independientemente de si estamos a punto de acabar el año o no: «el lunes empiezo el gimnasio», «el lunes dejo de comer tantas porquerías», «el lunes empiezo a estudiar». Pero para este 2017 sí que quiero hacer una pequeña lista con mis objetivos literarios a cumplir a partir del día 1 de enero.

Como lectora:

Leer a más mujeres

Es un hecho demostrable que si vas a una librería o miras la sección de libros de tiendas online, encontrarás un porcentaje aplastantemente mayor de escritores hombres. Es difícil a veces saber por dónde empezar cuando tienes pocas referencias femeninas. Para este año quiero investigar y conocer más autoras de cualquier género y procedencia.

Leer más ciencia ficción y fantasía

Como ya dije en alguna entrada anterior, hace relativamente poco que empecé a interesarme por el género de fantasía y la verdad es que me encanta y me fascina. En cuanto al de ciencia ficción, recuerdo la reseña que hizo Miriam Beizana Vigo para su blog de A librería, en la que dijo que parecía una ávida lectora del género. Pues he de confesar que, hasta la fecha en que publiqué ‘Nivel 10’ creo que solo había leído unos 7 libros de ciencia ficción (contando la trilogía de ‘Los juegos del hambre’ como uno) y el hecho de que parezca que devoro novelas de ciencia ficción quizá se deba más a pasarme tres o cuatro años rodeada de laboratorios de Psicobiología y centros de Neuropsicología.

giphy

Así que ya me he pedido para Reyes unos cuantos libros de estos géneros para ir empezando.

Leer más literatura japonesa

No me preguntéis por qué, pero desde hace unos meses surgió en mí un profundo interés por la cultura nipona, especialmente por su literatura. Quizá fuera porque al ver una pequeña sección en una librería con varias novelas de autores japoneses y fijarme en sus portadas, me dio la sensación de que la delicadeza de las ilustraciones reflejaba la delicadeza de sus historias. Así que, como ya comenté en el post anterior, comencé con ‘Amrita’ de Banana Yoshimoto y con ‘País de nieve’ de Yasunari Kawabata y me parecieron una buena forma de adentrarme literariamente en Japón. Mi lista de los Reyes Magos sigue en aumento.

Leer más en inglés

Antes, cuando viajaba más a menudo fuera de España, solía regresar de cada visita con tres o cuatro libros y, además, durante mi año en Varsovia, encontré una librería con libros en inglés, por lo que tuve un tiempo en que tenía una buena colección en este idioma. Yo siempre estoy leyendo en inglés, ya sea en páginas web o blogs, como revistas online, etc. Pero desde que esta pequeña montaña de libros en inglés ha ido bajando, siento la necesidad de regresar a mi idioma favorito.

 

Como escritora:

Seguir un calendario de escritura

Aunque se me da mal ser muy planificadora con mis sesiones de escritura, sí que quiero al menos seguir cierto orden para llevar a cabo los tres proyectos que ahora tengo entre manos. Además, si me quiero meter de lleno en una novela de fantasía, quiero dedicar un buen periodo de toda esta planificación a determinar adecuadamente lo detalles de la trama, el worldbuilding, los personajes, etc. Eso sí, mi planificación será flexible y serán pasitos cortos y asequibles para una persona caótica como yo.

Escribir más relatos cortos

Y no solo por el simple hecho de tener relatos cortos, sino para experimentar con nuevos géneros, técnicas, etc. y así como expandir los mundos de las novelas en las que estoy trabajando.

Escribir más en inglés

Yo empecé a escribir de forma más seria y perseverante en inglés.

giphy1

Me tiré casi año y medio escribiendo fanfics y me sirvió para varias cosas: darme cuenta de que podía terminar un proyecto literario si era paciente y constante; darme cuenta de que había gente que disfrutaba con mis historias; y sobre todo, darme cuenta de que aunque no sea mi lengua materna y por eso me resulte más difícil, escribir en inglés me proporciona una gran satisfacción. Además, es mi mayor y más eficaz fuente de aprendizaje del idioma y, como me siento en baja forma, creo que es momento de retomar las viejas costumbres. Así que en mi planificación de escritura, habrá un hueco para esa historia que ya tomó forma el pasado noviembre y que espero avance con buen pie.

 


Y eso es todo por ahora. Quizá a medio año os tenga que decir que no estoy cumpliendo nada o que me he añadido incluso más objetivos a esta pequeña lista, pero de momento, creo que estos son objetivos bastante realistas y espero que dentro de un año pueda decirme a mí misma «¡Lo conseguí!».

Y vosotros, ¿tenéis algún propósito literario para este año que entra? ¡No dudéis en compartirlo!

Un saludo y que la literatura (y la fuerza de Carrie Fisher) os acompañen.

 


Imagen de portada extraída de ABC.es

Mis blogs de confianza

La verdad es que hace relativamente poco que he cogido la costumbre de leer blogs. Al menos de seguirlos. Siempre he solido leer las entradas que me llamaban más la atención de entre las muchas publicaciones que veía por Facebook, Tumblr o Twitter, pero no tenía una lista de blogs que siguiera con cierto afán. Desde que empecé la ardua tarea de la autoeditación, he tenido que dedicar gran parte del tiempo a buscar y buscar las páginas con los contenidos que más me servían. Aquí os dejo algunos de los que más me han ayudado y los que ya se han convertido en mis blogs favoritos. Hay un poco de todo, desde los especializados en recursos literarios, como otros más específicos de reseñas. Solo tenéis que pinchar en las fotos para acceder a los blogs.

Si queréis recursos literarios

Una de las cosas que todo estudiante de Psicología debe acabar aprendiendo es que no le podemos decir a los pacientes y usuarios cosas como ‘Tienes que relajarte’ cuando están, por ejemplo, sufriendo un ataque de ansiedad. Eso ya se sabe, lo que los pacientes y usuarios quieren saber es cómo relajarse y superar ese ataque. Algo parecido me pasa con muchos blogs de recursos para escritores: leo muchos consejos que se quedan en la superficie pero no me dicen nada, no me enseñan realmente cómo hacer lo que anuncian en los títulos. Decir ‘Haz que tus personajes no sean planos’ es igual de improductivo que decirte ‘Tienes que relajarte/tienes que ser más comprensivo/no te enfades’. Si me gustan estos blogs es precisamente porque profundizan más en las técnicas de escritura, ofrecen ejemplos para que puedas ver a qué se refieren, incluso te ofrecen formas y pequeños ejercicios para que tú practiques en casa.

Gabriella Literaria

Gabriella Campbell es quizá la bloguera más conocida en el mundo literario y de la escritura. Sus posts, además de divertidos, son muy instructivos y te permiten acercarte más a la idea que te quieren transmitir otros blogs que no ahondan tanto en el tema tratado. Por eso también son bastante más largos, por todo el desarrollo que da a los contenidos. Gabriella tiene posts tanto de escritura como de edición y autopublicación, ya que tiene unos 14 años de experiencia en el campo de la edición y el asesoramiento de escritores. Y eso se nota.

gabriella-literaria

El Libro del Escritor

Conocí esta página de casualidad cuando los creadores estaban en plena campaña de crowdfunding para financiar su red social gamificada. En El Libro del Escritor ofrecen servicios editoriales como corrección, asesoramiento, talleres, etc. y además, tienen un blog donde, al igual que Gabriella Literaria, tratan tanto el tema de la escritura de la novela, como las fases posteriores de corrección, edición e incluso marketing.

 

elde-logo

Si buscáis un género más específico

En este apartado voy a centrarme en fantasía y ciencia-ficción porque son los géneros en los que más trabajo y de los que tengo más información.

Ana Katzen

Ana Katzen es traductora y también escritora de fantasía y si hay algo que me encanta de su blog es su sección de Consejos para escribir: se centran en literatura fantástica y aborda temas tan importantes, pero a veces tan olvidados, como la descripción de batallas creíbles o los pasos para un buen worldbulding. Además, también tiene reseñas de libros.

ana-katzen

 

El Rincón de Cabal

David Olier es el responsable de este estupendo blog de ciencia ficción. Al igual que el de Ana Katzen, sus consejos sobre cómo escribir este género van más allá de lo típico y te hacen plantearte cosas como cuánto dinero le costaría a tus personajes hacer un viaje al espacio o cuánta comida necesitarían para no morir en el intento. Todo un experto en la ciencia ficción que no solo la analiza para darnos los mejores apuntes y trucos a la hora de desarrollar nuestras novelas, sino que también tiene una sección de reseñas muy interesante.

rincon-cabal

 

 

Si queréis resolver vuestras dudas sobre la lengua

Aunque me gustaría dedicar una entrada más extensa al tema de la auto-corrección, sí que he querido añadir este apartado en mis blogs favoritos, pues he acudido a estas páginas muy a menudo cuando estaba metida en la corrección de ‘Nivel 10’.

Blog de Lengua

Alberto Bustos, el autor, es filólogo y doctor en Humanidades con una tesis de lingüística hispánica y sus entradas son pequeñas clases de Lengua y Gramática muy útiles para que nuestros textos tengan la corrección y adecuación que se merecen. Porque todos sabemos que escribir mal, aunque tengamos la mejor trama posible, nos cierra muchísimas puertas.

blog-de-lengua

 


Estos son, de momento, mis blogs favoritos y en los que confío cuando tengo mis dudas, mis curiosidades y mis inseguridades como escritora. Espero que os puedan servir a vosotros también.

Un saludo y que la literatura os acompañe

 

Un mes en la blogosfera

Hoy La escritora entre el centeno cumple un mes de su primera entrada. Sí, parezco una de esas típicas parejas que celebran el aniversario hasta a la semana de empezar, pero conociéndome, esto es todo un logro. He pasado de tener mis dudas sobre empezar un blog a por fin arrancarme a ello. Por eso quiero celebrar este pequeño hito y trabajar para que cuando el blog cumpla un año, pueda volver a celebrarlo y por todo lo alto.

Así que me he permitido un pequeño viaje a Valladolid, la tierra de mi familia materna, para inspirarme, escribir (no me olvido del NaNoWriMo), despejarme, volver a visitar lugares de mi juventud y hacer un poco de marketing, repartiendo estos marcapáginas de ‘Nivel 10’. Si seguís mi página de Facebook, habréis visto que ya están en algunas librerías y cafeterías de Almería. El siguiente paso: colonizar Valladolid y Madrid 😉

No solo voy a hacer un poco de marketing, sino que voy a aprovechar para ir preparando una entrada con algunas de las localizaciones reales que inspiraron las calles de Beltaríh, la ciudad donde tiene lugar la trama de ‘Nivel 10‘, así como otro post dedicado a autores y autoras vallisoletanos.

Y para terminar la celebración, os dejo un pequeño relato que escribí en Londres en el verano de 2011. Está inspirado en esta canción de Regina Spektor y que incluye fragmentos traducidos de la letra.


Todos aplaudían. Ella seguía con su sonrisa, reluciente y seductiva, después de terminar su canción final. Era imposible quedarse impasible ante su voz desgarradora y ese sentimiento de dolor que se atisbaba en sus ojos cuando cantaba. Eva, la favorita del público; el club se llenaba de viernes a domingo, cuando ella actuaba.

Segundos después de terminar cada actuación miraba hacia la mesa situada al lado de la escalera. Ahí solía quedarse siempre su soldado, como ella le llamaba. Pero desde hacía meses que ya no estaba allí sentado. Los mismos meses que habían pasado desde que comenzara la guerra y su soldado tuviera que ir al frente. No le quedaba más remedio que aguantar la ausencia. Desde hacía unos meses, los mismos meses desde que empezó la guerra, los mismos meses desde que su soldado se marchó,  sus canciones sonaban más desgarradoras aun. Desde hacía unos meses, los hombres que acudían al club la deseaban más.

Salió del escenario, bajó por los escalones situados detrás del telón y atravesó el pasillo que conducía hasta su camerino, entre felicitaciones y miradas de rivalidad. También era la más odiada. Entró a su camerino y se sentó en su tocador. Empezó a desmaquillarse, a quitarse esa máscara que se ponía siempre ante la gente, hasta que se dio cuenta de que en su mesa había una carta. La abrió con cuidado, con el mismo cuidado con el que hacía las cosas.

Empezó a leer. Cogió los polvos, los tiró; cogió los peines, los tiró; cogió la carta, la rompió, la tiró.

Una de las bailarinas entró para llamarla. Vio los utensilios por el suelo y a ella agarrada a la silla, mirando fijamente el espejo, el rímel manchando sus blancas mejillas.

—¿Qué ha…?

—Desaparecido en combate —dijo, limpiándose el rímel corrido por las lágrimas.

Hubo un momento de silencio. Ella recogía los trastos del suelo mientras su amiga la miraba atónita.

—¿Irás al funeral?

—Por supuesto que no. Estarán su mujer y sus hijos… Quiso defender a su maldito führer, pues que se pudra bajo la tierra de este maldito país.

__

El público aplaudía al escuchar su nombre. Su canción comenzó. Como de costumbre, su desgarradora voz voló por el club; su pena lo inundó todo. Ya no miraba a la mesa de al lado de la escalera, pero miraba hacia el techo, como si desde el escenario pudieran verse los planetas y las estrellas. Miraba al cielo y cantaba:

Debo seguir en pie

No puedes romper lo que no es tuyo

Debo seguir en pie

No es mía, no es mi elección

Teme a los fríos,

Ellos heredarán la sangre.

Después de mí, el Diluvio.


Espero que os haya gustado tanto el relato como la canción y nos vemos a la vuelta.

Que la literatura (y la música) os acompañen.

Nuevos proyectos

Desde que empecé a tomarme la escritura de forma más seria y profesional (que, por cierto, fue gracias a los fanfics), siempre he ido escribiendo varias historias casi a la vez. La idea para ‘Nivel 10’ surgió mientras escribía un fanfic y decidí trabajarla bien antes de empezar a redactar. Y como no me puedo estar quieta y centrada solo en una cosa, cuando ya estaba más que metida en mi primera novela, me llegaron miles de ideas para otros proyectos en los que estoy trabajando, bien escribiendo, bien desarrollando la idea en mi cabeza.

Y es algo que agradezco mucho, pues me ayuda cada vez que tengo un momento de crisis o bloqueo con la historia principal que estoy escribiendo, sobre todo si se trata de una idea que considero lo suficientemente aceptable como para desarrollarla en profundidad. Es así como ahora tengo un proyecto en proceso y otros dos en mente. Sí, soy ambiciosa, pero así es como se entusiasma mi pequeño corazoncito cuando escribo.

La novela en la que trabajo ahora, más bien una trilogía, será una saga de fantasía heroica. La verdad es que estoy deseando que conozcáis a la protagonista, Yllemis, y al resto de personajes, aunque sé que, de momento, debo darle algunos retoques antes de mostraros los primeros adelantos de su historia.

Los otros dos proyectos que tengo en mente, de ciencia ficción, sí que tienen sus relatos cortos que me han servido para poner orden a las ideas que tenía bailoteando por mi cabeza, todavía inconexas. Ambos están ambientados en Beltaríh y en el universo de ‘Nivel 10’, pero son historias independientes.

Espero poder ir subiendo las cosillas que vaya terminando y compartir el progreso de estos proyectos, ambiciosos, pero muy motivadores.

Un saludo y que la literatura os acompañe.

Bienvenidos

Los comienzos siempre son difíciles y más cuando es la primera vez que te inicias en algo como es el mundo de los blogs de literatura. Toda una vida acostumbrada a escribir solo para mí y ahora se me hace extraño escribir para vosotros. Poco a poco, una va saliendo del cascarón de la vergüenza y enseñándole al mundo lo que tiene que contar. Quizá debería empezar con una declaración de principios, pero el único principio que voy a seguir, al menos de momento, es el de la improvisación y la experimentación. Quiero que vaya tomando forma poco a poco, sin prisas pero con seguridad. Y también quiero que me digáis ‘Fani, esto no’, ‘Fani, esto está genial’, ‘Fani, háblame de esto y de lo otro’…

Pero sobre todo quiero que este pequeño espacio sea algo que sienta mío y que vosotros también sintáis vuestro. Que sea como la literatura, que queramos más y más y que nos llene como el aire que respiramos. Porque para mí la literatura es eso: algo que llena, algo que se respira, algo que te hace estar viva.

Bienvenidos a mi blog. Espero que cuando cerréis esta ventana, lo hagáis con un buen sabor de boca.